
En los camposantos se respira tranquilidad y un ambiente de respeto, afirmaron los camperos encargados de su mantenimiento, quienes aseguraron que, pese a los rumores y creencias populares, en todos los años que llevan trabajando entre tumbas y lápidas nunca han presenciado nada fuera de lo normal.
José Luis Chimal, quien actualmente labora en el panteón Jardín de la Paz, relató que comenzó su labor hace 12 años, luego de ser transferido desde el General del Recuerdo tras la jubilación de sus antiguos compañeros. “Desde que empecé aquí, no he visto nada raro. A veces se escuchan ruidos, pero son de iguanas o zarigüeyas que buscan meterse en las tumbas”, comentó.

Noticia Destacada
Habilitan en Mérida tres centros de acopio para enviar ayuda a los estados de México afectados por las lluvias
Aseguró que, más allá de los mitos, el panteón es un sitio de profunda paz. “Aquí los muertos descansan. Lo que más se escucha son los pleitos entre familiares durante los funerales, por disputas de herencias, terrenos o dinero. Eso sí es común”, mencionó.
Por su parte, José Benito, trabajador del mismo camposanto, destacó: “La vida es bonita, hay que saber vivirla. Es hermosa, sólo que no todos aprendemos a disfrutarla. La muerte es algo natural, a todos nos llegará tarde o temprano; lo importante es estar preparados cuando el alma deje el cuerpo físico”.

Noticia Destacada
Padres denuncian mal estado de la Secundaria Técnica 6 de Valladolid; exigen mejoras en el plantel
“Aquí hay una gran calma, una paz que no se siente en otros lugares. Muchos dicen que asustan, pero no es cierto. Lo que hay es una profunda tranquilidad”, concluyeron ambos laboradores.