Entre el verdor del monte y la brisa que sopla desde los caminos rurales, la comunidad de Nohuayún conserva su esencia tranquila y sus costumbres originarias.
De acuerdo con los pobladores, entre ellos don Romualdo Chin, de 76 años, esta comisaría cuenta actualmente con una población de alrededor de 900 habitantes. La mayoría de los hombres trabajan en la agricultura. Las mujeres, por su parte, se dedican al hogar y algunas laboran en el aseo doméstico en la ciudad de Mérida.
Gracias al camino pavimentado que conecta con la cabecera municipal de Tetiz, el tránsito es fluido. Los mototaxis brindan servicio constante por un costo de 20 pesos por persona, facilitando los traslados hacia el municipio y hacia Hunucmá, especialmente para los jóvenes que estudian o para las mujeres que acuden a realizar compras de víveres.
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En materia de salud, los pobladores acuden al Seguro Social de Tetiz o, en su caso, al municipio vecino de Kinchil para recibir atención médica. En el ámbito educativo, Nohuayún cuenta con una escuela primaria y una telesecundaria, donde niñas y niños cursan los niveles básicos.
Durante un recorrido por las calles de la comunidad, se observaron amplios terrenos cubiertos de vegetación, flores y árboles majestuosos como la ceiba, símbolo de vida para el pueblo maya. El señor José Alfredo Cinb explicó que las tierras ejidales de Nohuayún son de uso común, lo que ha permitido conservar el entorno natural.
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En esta comunidad se respira tranquilidad y convivencia. Las mujeres mayores aún van al molino a preparar la masa para las tortillas, mientras los hombres, al concluir sus jornadas, descansan plácidamente en sus hogares.
Como comisaría perteneciente al municipio de Tetiz, Nohuayún cuenta con los servicios básicos de electricidad, agua potable y carreteras, que han permitido mejorar la calidad de vida de sus habitantes sin perder la esencia de su pueblo.