Durante el 2025 Yucatán presenta una dinámica particular: mientras a nivel nacional el flujo de remesas acumulado cayó en los primeros nueve meses del año, la entidad mostró incrementos trimestre a trimestre y se posicionó como la entidad de la Península que más dólares recibió en el tercer trimestre.
El Banco de México (Banxico) reporta que, entre enero y septiembre de 2025, México acumuló 45,681 millones de dólares en remesas, lo que significó una caída interanual del 5.5% frente a 2024; sin embargo, las estadísticas desagregadas por estado muestran que Yucatán ha mantenido una racha de crecimiento en los trimestres de 2025.
El foco del año para Yucatán fue el periodo julio-septiembre de 2025, cuando la entidad registró 121.102 millones de dólares en ingresos por remesas, cifra que supera tanto al trimestre inmediato anterior como al mismo periodo de 2024.
Ese tercer trimestre fue, además, el de mayor captación en lo que va del año para la entidad y la ubica por encima de sus vecinos de la Península (Quintana Roo y Campeche). Los datos oficiales trimestrales por entidad confirman ese monto y la participación relativa de Yucatán.
Acumulado, con leve ventaja frente a 2024
Si se toma el acumulado enero-septiembre, Yucatán cerró ese periodo de 2025 con aproximadamente 342 millones de dólares –una cifra apenas superior a la registrada en el mismo lapso de 2024 (cerca de 340 millones)– lo que proyecta una ligera ventaja para el año en curso hasta ese corte.
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No obstante, la comparación anual total para 2024 muestra que ese año Yucatán recibió 454 millones de dólares en remesas (total anual 2024), una cifra todavía por encima del acumulado parcial de 2025 hasta septiembre. Las cifras oficiales del Banxico y sus cuadros por entidad permiten trazar ese comportamiento.
Distribución: municipios con alta migración
La recepción no es uniforme dentro del estado. Mérida concentró la mayor parte del flujo en el tercer trimestre (aprox. 37.08 millones de dólares en julio-septiembre), seguida por municipios con históricas redes migratorias como Oxkutzcab (≈23 mdd), Tekax (≈17 mdd) y Ticul (≈9 mdd).
Estos municipios muestran incrementos modestos frente al trimestre anterior, lo que evidencia que las remesas siguen siendo un ingreso clave para familias en zonas urbanas y cabeceras municipales y para localidades con alto historial migratorio. Los reportes locales que reproducen la desagregación municipal se basan en las tablas de Banxico.
Contraste con la tendencia nacional
El país en su conjunto vivió en 2025 una reducción sostenida de envíos: meses con caídas interanuales y un descenso acumulado a septiembre. Analistas y organismos señalan factores combinados: enfriamiento del mercado laboral en Estados Unidos, políticas migratorias más estrictas, temor a deportaciones y, en algunos momentos, menor número de transacciones.
En ese contexto, la relativa resistencia de Yucatán puede obedecer a la dispersión geográfica de sus migrantes en Estados Unidos, usos de canales electrónicos más estables y concentraciones demográficas que mantienen envíos constantes hacia municipios específicos.
La lectura nacional proviene del reporte analítico de Banxico (remesas, septiembre 2025) y de análisis económicos complementarios.
Qué representan para la economía local
En Yucatán, las remesas no son sólo dinero en efectivo, también generan redes de reproducción familiar, ahorro para vivienda, pago de servicios y, en varios casos, capital semilla para las actividades micro-productivas.
Aunque el monto relativo de Yucatán respecto al total nacional es pequeño (alrededor de 0.7% según cuadros de Banxico), para muchas localidades el impacto en el consumo local, en la reducción de la pobreza extrema y en la capacidad de inversión doméstica es palpable.
Las variaciones intertrimestrales, por tanto, tienen consecuencias directas en la demanda de bienes básicos y en flujos económicos locales.
A pesar de la aparente fortaleza trimestral, las señales de riesgo son claras: la caída nacional de remesas en 2025 (-5.5% en enero-septiembre) presiona el ingreso total posible para el cierre del año; además, cambios en la normativa migratoria o fiscal en Estados Unidos, y el fortalecimiento de controles migratorios, pueden reducir tanto el número de envíos como la remesa promedio.
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Para Yucatán, la volatilidad futura dependerá de la evolución del empleo en los estados receptores de migrantes y de la seguridad jurídica para trabajadores migrantes. Los datos preliminares y las revisiones trimestrales de Banxico subrayan que las cifras están sujetas a ajustes posteriores.
Resiliencia con cautela
El balance para Yucatán en 2025 es de resiliencia parcial: incrementos trimestre a trimestre y un tercer trimestre destacado (121.1 mdd) muestran que las redes migratorias y los canales de envío siguen funcionando, mientras que el acumulado anual aún lucha por equiparar el total anual de 2024.
El contraste entre una caída nacional sostenida y la relativa fortaleza del estado obliga a autoridades y especialistas a diseñar políticas que protejan a las familias receptoras –vinculando remesas con inclusión financiera, ahorro productivo y protección social– para que esos recursos no sean solo consumo transitorio sino impulso para desarrollo local.
Las cifras utilizadas para este reportaje provienen de los reportes trimestrales y mensuales del Banco de México y de desagregaciones estatales compiladas por institutos y medios regionales que reproducen los cuadros oficiales.