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Yucatán

Este fue el hallazgo que redefine la historia de Ek Balam sobre el rey maya que dominó hace más de mil 200 años

Arqueólogos del INAH Yucatán estuvieron detrás del nuevo hallazgo realizado en la zona arqueológica de Ek Balam.

El estudio de la Plaza Elevada Este permite reconstruir con precisión la vida y obra del gobernante Ukit Kan Lek Took’
El estudio de la Plaza Elevada Este permite reconstruir con precisión la vida y obra del gobernante Ukit Kan Lek Took’ / Especial

En el corazón de la selva del oriente de Yucatán, la imponente Acrópolis de Ek’ Balam sigue develando secretos de su pasado. El reciente estudio de la Plaza Elevada Este, impulsado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dentro del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) y vinculado al proyecto del Tren Maya, permitió documentar vestigios inéditos sobre la vida y el poder del gobernante maya Ukit Kan Lek Took’, quien lideró la ciudad durante los años decisivos del Clásico Tardío (770 890 d.C.).

La investigación, realizada entre diciembre de 2022 y enero de 2024, fue dirigida por los arqueólogos Leticia Vargas de la Peña y Víctor Rogerio Castillo Borges, adscritos al INAH Yucatán.

Entre los hallazgos más importantes destaca la recuperación de la tapa de bóveda TB 29, localizada en el aposento 85. En ella apareció inscrito el nombre del jerarca junto a la fecha de cierre de la habitación: 18 de septiembre de 782 d.C., según la interpretación del epigrafista David Stuart, del Boundary End Archaeological Research Center. Esta pieza confirma que Ukit Kan Lek Took’ residió en esta área, uno de los sectores más relevantes del complejo.

La TB 29 mide 77 cm de largo por 49 cm de ancho, y conserva restos de estuco con la figura del dios K’awiil, deidad asociada al rayo, la realeza y el poder. Según Vargas y Castillo, este detalle vincula de manera directa la construcción con la élite gobernante y aporta una referencia cronológica precisa para la Plaza.

Arquitectura, arte y simbolismo de la élite

Los arqueólogos señalaron que la decoración de la Plaza Elevada Este era más rica que la del sector oeste. Frisos y estucos representaban guerreros, cautivos, jaguares, tortugas, soles y monos: símbolos estrechamente vinculados con la vida, la muerte y el poder.

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“Estos elementos reflejan la religiosidad y las aspiraciones políticas de Ukit Kan Lek Took’, quien buscó reafirmar su dominio y el del reino de Talol mediante arte y rituales”, explicó Víctor Castillo.

Además de la TB 29, se halló la tapa de bóveda TB 28 en la habitación 80, inscrita con el nombre de Ukit Winik Kan Lek Took’. Según Stuart, podría tratarse del mismo soberano con un apelativo distinto o de otro miembro de la dinastía, lo que requiere un análisis epigráfico más profundo.

En total, los trabajos de consolidación comprendieron nueve habitaciones y la recuperación de ocho tapas de bóveda en un bloque de 40 metros de largo por 10 de ancho, correspondiente al tercer nivel constructivo de la Acrópolis.

Residencia y rituales: el poder en piedra

Desde 2012, los investigadores habían planteado la hipótesis de que esta área funcionó como aposento del gobernante, luego del hallazgo de una fachada teratomorfa en el cuarto 79, cuya iconografía representa al monstruo de la tierra. Esta obra pudo servir como antecedente de la construcción del edificio Sak Xok Naah (“La Casa Blanca de la Lectura”), identificado como el mausoleo de Ukit Kan Lek Took’.

Del mascarón de estuco, originalmente de unos tres metros de altura, sólo se conserva la parte inferior. Su mandíbula proyectada reproduce la del mausoleo y, según la cosmovisión maya, cumplía la función simbólica de entrada al inframundo. Por su relevancia, la pieza fue protegida mediante conservación preventiva y permanece cubierta para evitar el deterioro.

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La representación del monstruo de la tierra se asocia con K’awiil, reforzando la conexión entre la arquitectura y la élite gobernante. Los arqueólogos retiraron temporalmente el muro protector para evaluar su estado de conservación y confirmaron que la estructura permanece estable.

Ek’  Balam, centro de arte y escritura

El sitio de Ek’ Balam, cuyo nombre podría traducirse como “Lucero-Jaguar”, vivió su auge durante el Clásico Tardío (600 900 d.C.) y probablemente fue la sede del reino de Talol. Ukit Kan Lek Took’ ordenó construir gran parte de la Acrópolis y dejó constancia de su sepultura acompañada por miles de objetos de lujo y ofrendas.

La arqueología moderna también ha identificado una escuela de pintores-escribas especializada en muralismo y caligrafía, que influyó en tradiciones artísticas posteriores de la península. Esta producción de arte y escritura fue impulsada por la élite bajo el reinado de Ukit Kan Lek Took’, consolidando Ek’ Balam como un centro cultural y administrativo.

Una ventana al pasado que sigue viva

El descubrimiento de inscripciones con fecha y nombre del gobernante no solo fija cronologías, sino que también redefine la comprensión de los espacios, el poder y el simbolismo en Ek’ Balam. La Plaza Elevada Este y su conjunto arquitectónico dejan de ser meras ruinas para convertirse en palimpsesto histórico, donde la voz de la élite maya se escucha a través de piedra, estuco y arte.

Hoy, cuando los turistas ascienden por la escalinata del monstruo-portal de la Acrópolis, no sólo visitan un sitio arqueológico: se adentran en la historia de un rey, su época y los artesanos que lo acompañaron, convirtiendo a Ek’ Balam en un laboratorio vivo de arqueología y memoria maya.