Hoy inicia la temporada de captura de langosta en Yucatán, misma que se extenderá hasta el próximo 28 de febrero del 2026. Pescadores y buzos de Progreso y los litorales Norte y Oriente dedicados a esta especie se muestran optimistas debido a que al finalizar el período anterior el kilo de este producto alcanzó los 750 pesos, y se espera que se mantenga a lo largo de las próximas semanas, o que incluso sea mayor.
Con la apertura de esta pesquería, decenas de embarcaciones de mediana altura y ribereñas del puerto de Progreso se dedicarán a explotar esta cotizada especie, ya que por su valor permite amplios márgenes de ganancia en el sector.
Durante las últimas semanas, los encargados de las embarcaciones comenzaron a preparar sus equipos para salir en búsqueda de la especie, armándose con artes de pesca para la captura por sumersión y trampas especiales destinadas a este tipo de crustáceos.
De acuerdo con Ángel y Carlos Chan Figueroa, quienes se dedican a la captura de esta especie, ya están listos desde hace días para lo que vislumbran como una buena temporada, ya que, al parecer, las concentraciones de los ejemplares avistados previamente permiten esperar una buena pesca.
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El beneficio que se espera durante los próximos meses incluso ha impactado prematuramente a herreros y trabajadores de fibra de vidrio, a quienes se ha encargado la construcción de trampas y la reparación de equipos, dejando con ello buenas ganancias a quienes se dedican a estas labores.
Los trabajos que se les encargan van desde los 300 hasta los 30 mil pesos, según comentó Martín Montalvo, herrero que fabrica trampas artesanales para langosta.
El sector industrial pesquero, sin embargo, se mantiene a la expectativa en cuanto a las inversiones en la pesquería. De acuerdo con el empresario progreseño Esaú Velázquez Sosa, están a la esperando, pues muchas embarcaciones que saldrán al mar lo harán con recursos propios o por medio de apoyos de cooperativas pesqueras o compañías de pesca.
Consideró que se los resultados de esta temporada de captura de langosta podrían dejar una derrama económica, de varios millones de pesos, ya que actualmente el precio del kilo se cotiza entre 600 y 800 pesos, aproximadamente, y el comportamiento del mercado nacional e internacional augura una amplia demanda.
Por otra parte, en el puerto de Chabihau, comisaría de Yobaín, los pescadores esperan con ansias el inicio de la captura de la langosta desde hace varias semanas, y con ello esperan poder elevar los bajos ingresos que les ha dejado la pesca de escama.
En el puerto de abrigo son aproximadamente 50 pescadores, de los más de 500 que conforman el padrón, los que realizan buceo para la captura de este crustáceo. Comentaron en que confían en obtener muchos kilos de este ejemplar que por lo general es bien pagado en el mercado.
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Hombres de mar como Daniel Chan, quien lleva más de 15 años buceando, comentó que este año se espera una buena temporada de langosta, pues cuando se cerró su captura en el mes de febrero tenía un buen precio, que alcanzó los 400 pesos por kilo de cola pequeña, y 700 de la grande.
Los marinos aseguran que realizar las labores de buceo no es nada fácil, pues se necesita de práctica para llevarla a cabo y saber nadar. Por esas mismas razones son muy contados los pescadores que ejercen este trabajo.
“No todos pescan langosta aquí, sólo somos unos cuantos, es una labor riesgosa cuando no se sabe realizar. Este año esperamos que sea bueno igual que los anteriores”, comentaron.
En el período del 2023-2024, en el estado se capturaron 670 toneladas de langosta, y en el 2024-2025 fueron poco más de 600, con un precio promedio por kilo de entre 400 y 450 pesos. El producto se exporta principalmente a la Unión Europea, Estados Unidos, Hong Kong y Vietnam.
A pesar de las buenas expectativas que se han tenido recientemente, los pescadores locales consideraron que la temporada podría ser desalentadora a causa de la pesca furtiva que buzos provenientes de otros estados realizan, depredando las especies marinas de la región, además de que hay dudas sobre el precio que se tendrá en los mercados internacionales.
“No sabemos cómo se vaya a pagar con esto de los aranceles en Estados Unidos. Eso puede afectar su precio, lo mismo que una baja captura a causa de la depredación”, explicaron.
A pesar de que hace semanas se prepararon para hacerse a la mar este 1 de julio, lo que más esperan para mejorar su economía es la captura de pulpo, cuya veda se levantará al iniciar el mes de agosto.
Asimismo, los pescadores que trabajan en el litoral Oriente de Yucatán no pierden las esperanzas de que este inicio de temporada de captura de langosta permita a sus familias tener un respiro en su desgastada economía.
Trabajadores del sector como Jaime Canul comentaron que la captura del mero ha estado muy baja, y a pesar de los fenómenos naturales, el calentamiento del agua y la pesca ilegal, aún mantienen la esperanza de que la temporada de captura de langosta inicie con buenos números, además de que confían en que el precio que se pague por kilo sea el apropiado, pues el período anterior cerró en menos de 500 pesos, lo cual fue bajo.
Recordó que la peor temporada fue en los años 2019, 2020 y 2021, pues a pesar de que hubo buenos volúmenes de captura, no había mercado para distribuir el producto porque estaba la pandemia del COVID-19. En el 2022, de manera histórica, el kilo de langosta alcanzó los 950 pesos, y como ya había ventas los trabajadores del sector incluso pudieron ahorrar para los tiempos difíciles.
“En el 2023 y el 2024 el precio de compra inicial fue de 850 pesos por kilo, luego subió a 950 y posteriormente volvió a bajar, hasta desplomarse drásticamente con un costo promedio de entre 400 y 500”, expresó el trabajador.
Por ahora hay muy poca información sobre el precio que tendría el kilo de langosta ahora que inicia la temporada, y se estima que en estos primeros días se defina.
Jaime Canul explicó que la jornada de los buzos muchas veces supera las 12 horas de trabajo, ya que salen antes de que amanezca y llegan cuando el Sol se vuelve a ocultar. Esta riesgosa labor se hace de manera tradicional. Con una compresora y mediante una manguera se suministra oxígeno al buzo, y se cuida que el motor trabaje adecuadamente y no esté pasando aceite, pues eso puede poner en peligro la vida del trabajador en el fondo marino.