El jaguar, el puma, el ocelote, el tigrillo y el jaguarundi son las cinco especies de felinos silvestres que habitan en la Península de Yucatán, señaló José Salvador Canul Dzul, jefe de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Yucatán.
Las condiciones climatológicas, geográficas y biológicas de la selva yucateca son el lugar idóneo para que estas especies crezcan y se reproduzcan; aunque su avistamiento en zonas pobladas ha sido cada vez más frecuente. En Yucatán hay por lo menos una decena de centros de conservación de estas especies, lo que abona a sus cuidados y a concientizar sobre su importancia en el ciclo biológico de la naturaleza.
Según dijo, la Semarnat ha declarado las selvas de Yucatán como el hábitat oficial del felino más grande de América, el jaguar (panthera onca). Este animal ha sido monitoreado por estancias gubernamentales y privadas con más frecuencia desde el año 2006 y, a la fecha, se ha tenido registros de poblaciones grandes de jaguar viviendo en reservas naturales protegidas, como Ría Celestún y la Biocultural del Puuc.
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Sin embargo, la población ha tenido avistamientos en montes del Oriente del estado, como Valladolid y Tizimín, lo que lleva a los expertos a deducir que este felino habita prácticamente en todo el estado, y en toda la Península, que comprende zonas específicas de Campeche y Quintana Roo.
Las autoridades federales de medioambiente informaron que el segundo felino más visto en selvas de la región es el ocelote y el tigrillo, que muchas veces son confundidos con gatos domésticos, pues su tamaño es similar a esos animales.
De hecho, es en el Oriente y Sur de Yucatán donde los avistamientos de estos ejemplares son más comunes. Incluso, la Semarnat ha informado que los ocelotes y los tigrillos son los felinos más amenazados por atropellamientos.
El puma y el jaguarundi son otros dos ejemplares que viven en el estado, pero su carácter sigiloso los lleva a resguardarse bien durante el día, pues su mayor actividad es durante la noche. Estos felinos sí han tenido acercamiento a las zonas habitacionales, aunque han sido muy pocos, cada vez suelen verse más debido a la destrucción de su hábitat natural.