
El fenómeno del florecimiento algal nocivo continúa afectando severamente las costas de Chelem y Chuburná Puerto. Ayer, miles de peces muertos y moribundos comenzaron a aparecer a lo largo de la orilla, consecuencia directa de la proliferación de microalgas que obstruyen sus sistemas respiratorios y generan condiciones de hipoxia en el agua.
Desde tempranas horas, vecinos de Chuburná reportaron la presencia de grandes cantidades de peces agonizantes que luchaban por sobrevivir cerca de la orilla, mientras otros yacían sin vida, cubriendo amplios tramos de la playa. La escena alarmó a los residentes, quienes lamentaron las afectaciones ambientales y se mantuvieron alejados del mar debido a la presencia de especies potencialmente peligrosas como mantarrayas, xkalatún y bagres.
Especialistas advirtieron que los ejemplares afectados no son aptos para el consumo humano, ya que han estado en contacto prolongado con las algas nocivas, lo que representa un riesgo para la salud, como reacciones alérgicas. Por ello, algunos habitantes se mantuvieron atentos para evitar que personas intentaran recolectar los peces con fines de venta o consumo.
El señor José Vera, vecino de la comunidad, hizo un llamado urgente a las autoridades municipales de Progreso y al Gobierno estatal para que se recojan o entierren los restos de peces, advirtiendo que, de no hacerlo, en cuestión de horas podría generarse un fuerte olor fétido, además de convertirse en un potencial foco de infección para residentes y turistas.
Por su parte, el Comité Interinstitucional de Monitoreo de Marea Roja en Yucatán informó que, si bien el Florecimiento Algal Nocivo (FAN) no representa un riesgo toxicológico directo para la población, sí requiere atención preventiva por su impacto ambiental.
El subsecretario de Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), Domitilo Carballo Cámara, explicó que este fenómeno provoca zonas de hipoxia, es decir baja concentración de oxígeno disuelto en el agua, lo que obliga a diversas especies marinas a buscar refugio en aguas más profundas o bien, morir y recalar en la orilla.
La causa principal de este desequilibrio es el crecimiento acelerado de microalgas, que consumen grandes cantidades de oxígeno, alterando el ecosistema marino y provocando eventos como el que actualmente afecta a esta zona del litoral yucateco.