
En las calles de una comisaría rural de Mérida, el dato estadístico se traduce en vida cotidiana: familias que ahora pueden permitirse un refrigerador, jóvenes que continúan la preparatoria en vez de abandonar los estudios, o abuelos que reciben atención médica sin tener que viajar horas hasta la capital. Son señales de que algo ha cambiado.
Ese cambio lo confirma la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Eenigh) 2024 bajo la metodología del Coneval, que fue presentada el pasado miércoles: la pobreza multidimensional en Yucatán cayó al 26.6%, su nivel más bajo en ocho años. En 2022, afectaba al 38.8% de la población. La pobreza extrema también retrocedió, del 5.6% al 3.6%.
En términos absolutos, más de 250 mil personas salieron de la pobreza en apenas dos años, un avance que los especialistas califican como histórico. De esta forma, cuatro de cada nueve yucatecos abandonaron su situación de pobreza, en los últimos dos años, que coincidieron con el gobierno anterior, que encabezó el hoy senador Mauricio Vila.
Yucatán: mejoría sostenida pero desigual
La mejora es indiscutible, pero no uniforme. En las zonas rurales, la pobreza alcanza al 35.2% de la población, frente al 25.1% en áreas urbanas. La infancia sigue siendo el grupo más golpeado: 35.5% de niñas, niños y adolescentes viven en pobreza, seguida por las personas adultas mayores (26.2%).
En materia de carencias, los retos más graves están en acceso a servicios básicos en vivienda: 29.6% (15.5 puntos por encima del promedio nacional). Rezago educativo: 19.7%, un punto por encima de la media nacional, y alimentación nutritiva y de calidad: 14.7%, apenas 0.3 puntos más que el promedio nacional. El panorama mejora en otros indicadores: carencia por acceso a servicios de salud (26.1%) y seguridad social (42.3%), ambas por debajo de la media nacional.
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Estos avances se explican por el aumento en ingresos, apoyos sociales y crecimiento económico en sectores como turismo y servicios. Sin embargo, líderes comunitarios advierten que mejorar los ingresos no basta: sin inversión en infraestructura básica y educación, la reducción de la pobreza podría estancarse.
La entidad registró un crecimiento en el ingreso mensual per cápita, al alcanzar 7 mil 810 pesos, lo que significó un aumento del 43.5% en comparación con los 5,441 pesos de ingreso per cápita en 2020.
Asimismo, se colocó en el tercer lugar a nivel nacional con mayor reducción de población en situación de pobreza y pobreza moderada, al alcanzar -20% y -19.9%, respectivamente, porcentajes superiores a los decrementos registrados a nivel nacional.
El estado también tuvo uno de los menores porcentajes de población con carencia por acceso a servicios de salud (26.1%) y, en comparación con 2020, se ubicó entre los primeros lugares con mayor reducción en esta condición.
En la carencia por calidad y espacios de la vivienda, el estado alcanzó un mínimo histórico con 10.6% de la población en esta situación, lo que representa una reducción de 47,377 personas, mientras que en carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, reportó un 29.6% de población en esta condición; en comparación con 2020, esto significó 104,135 personas menos.
En la insuficiencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, el estado registró 14.7%, lo que representa, en comparación con 2020, una reducción de 226,853 personas.
La Península: tres realidades distintas
En Campeche, la pobreza afecta al 36.7% de la población y la extrema al 5.8%, cifras más altas que las de Yucatán. La diferencia urbano-rural es aún más marcada: en el campo, casi la mitad de la población (47.2%) vive en pobreza, contra 33.1% en ciudades.
Las carencias más severas en Campeche son el acceso a seguridad social (51.2%), servicios básicos en vivienda (28.8%) y alimentación (16.9%). El rezago educativo es de 20.5%, más alto que en Yucatán.
Aunque ha reducido su pobreza desde el 45.1% registrado en 2022, el ritmo de avance es más lento, en parte por la dependencia de actividades económicas volátiles como el sector petrolero y la pesca.
Fuerte disparidad territorial
Quintana Roo es el estado con menor pobreza de la península: 17.7% en total y sólo 2.6% en extrema. Sin embargo, la brecha rural-urbana es dramática: mientras en las ciudades la pobreza es del 14.5%, en el campo alcanza el 45%.
Sus principales carencias están en seguridad social (39.5%) y acceso a servicios básicos en vivienda (12%), mientras que en rezago educativo (16%) y alimentación (13.1%) se mantiene por debajo del promedio nacional.
La dinámica económica del turismo internacional impulsa mejores ingresos, pero la dependencia de este sector y la concentración de beneficios en zonas urbanas y turísticas dejan fuera a comunidades mayas y áreas rurales.
Factores del progreso en la entidad
Economistas y expertos en desarrollo social coinciden en que los programas de apoyo directo, la diversificación económica y el crecimiento de sectores como el turismo, el comercio y la agroindustria han jugado un papel clave para que Yucatán presente avances en el combate a la pobreza.
El impulso a obras de infraestructura —desde carreteras hasta servicios de salud— ha mejorado la conectividad y el acceso a oportunidades, aunque no de manera homogénea. Municipios del sur y del oriente del estado mantienen rezagos, destaca el documento.