
El sector restaurantero de Yucatán podría verse afectado a principios del próximo año, por el impacto económico que causarían los posibles aumentos al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), como lo contempla el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Se informó que la medida no sólo afectaría directamente a las familias yucatecas, que son los consumidores finales, sino que también pondría en riesgo al sector, uno de los más sensibles frente a cargas fiscales, sobre todo en productos como refrescos y bebidas alcohólicas, que suelen ser las “estrellas” en los establecimientos formales del estado.
De confirmarse estos aumentos, necesariamente se debería hacer un reajuste en los precios de los productos que sean tomados en cuenta, aseveró Claudia González Góngora, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac).
González Góngora enfatizó que el aumento en el impuesto IEPS sería un golpe bajo a la estabilidad económica de muchos pequeños negocios del sector, ya que genera miles de empleos directos e indirectos, lo que significa que no todos los establecimientos podrían soportar un nuevo aumento en sus impuestos, ocasionando el cierre de muchos de ellos, lo que causaría la pérdida de miles de oportunidades laborales formales, desbalanceando así la economía del estado que, según la líder empresarial, Yucatán está creciendo por encima de la media nacional, pero este duro golpe afectaría este buen camino.

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“Esto va a tener que venir de la mano de un ajuste en precios, sí nos preocupa porque tenemos un tema de que ya el sector productivo tiene una carga importante sobre las reformas laborales que se están dando, y si le sumamos estas cargas de tipo tributario que vamos a tener con este nuevo impuesto, pues es un peso más para el sector productivo”, agregó Claudia González.