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Yucatán / Sucesos

Timada con un cheque falso

ESCARCEGA, Campeche.- Una mujer que se identificó como Alejandrina Salvador Hernández, fue engañada por dos mujeres que mediante engaños le hicieron entregar voluntariamente la cantidad de mil pesos en efectivo, su teléfono celular, una soguilla y unos aretes de oro, al hacerle creer que le darían una recompensa por ayudarles a cobrar un cheque, que resultó ser falso.

Las estafadoras, a las que describe como de complexión delgada, una de ellas de piel morena y la otra de tez blanca y el cabello pintado, la interceptaron a las 11:00 horas al salir de las oficinas de Telecomm-Telégrafos, sitio al que acudió para verificar si ya le habían depositado su dinero del programa Bienestar.

Se le acercaron muy amables y alegando que no traían identificaciones para para cambiar un cheque de 30 mil pesos, le pidieron, casi le suplicaron, que las ayudara a cambiarlo y que a cambio la recompensarían con una buena cantidad de dinero.

Sin imaginar que ese documento no era un cheque, sino un pagaré simple de los que se compran en cualquier papelería, Alejandrina Salvador Hernández, de 46 años de edad y domicilio en el rancho El Gringo, accedió a ayudarlas sin imaginar que los planes de las estafadoras era quedarse con su dinero y sus alhajas.

Le comentaron que iban a confiar en ella, pero como era una fuerte cantidad de dinero lo mejor era que les dejara algo en garantía, a fin y al cabo lo que cobraría de dinero era mucho más que lo que podía dejarles, así que les hizo entrega de su bolsa con alrededor de mil pesos en efectivo, un teléfono celular, sus aretes, una pulsera y una cadena de oro, así como algunos artículos de un bazar que atiende.

La mandaron a unas oficinas ubicadas frente a la Comisaría Ejidal, pero al preguntar por éstas le dijeron que no existía ninguna institución bancaria en ese lugar, por lo que regresó hasta la calle 31 por avenida Justo Sierra Méndez de la colonia Centro, donde supuestamente se verían para que recibiera su recompensa, donde obviamente no había nadie.

Ante lo sucedido decidió trasladarse hasta un pequeño negocio donde vende ropa de bazar, cerca del mercado municipal José del Carmen González Salazar, donde otros comerciantes le dijeron que ese documento no era un cheque y que la habían timado, hecho por el cual decidió hacer pública la estafa de la que fue víctima, para evitar que otras personas cayeran en el mismo cuento.

(Texto: Martín Contreras / Fotos: Especial)

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