Un hombre en visible estado de ebriedad colisionó su vehículo en contra de la banqueta y parte trasera de otra unidad estacionada causando pérdidas materiales superiores a los 10 mil pesos; finalmente el conductor fue trasladado a los separos de Seguridad Pública, donde sería certificado por el médico legista.
El accidente se registró sobre la calle 33 donde los vecinos de la colonia Tila escucharon un fuerte estruendo, por lo que salieron de su domicilio y observaron el vehículo chocado, por lo que dieron parte al 911 para pedir una unidad de emergencia.
Luego de un buen rato de espera, elementos de la Policía Municipal arribaron al sitio y levantaron la declaración de los afectados, quienes mencionaron que al salir se percataron del vehículo Volkswagen color blanco y matrícula DJP-37-19, incrustado detrás de su vehículo Chevrolet Spark color blanco, con placas de Campeche.
El responsable intentó bajarse de su unidad y darse a la fuga, lo que le impidieron los afectados, quienes lo dejaron encerrado en el vehículo hasta la llegada de los elementos policiacos que de igual forma levantaron su declaración.
Quien menciono que circulaba tranquilamente sobre la calle 33 con dirección a su domicilio, pero perdió el control de la unidad hasta terminar chocando el automóvil y la banqueta, pero que llamaría a su aseguradora.
El responsable narró que circulaba por la calle 33 con dirección a su domicilio; no obstante, perdió el control de su unidad, la cual estampó contra el auto estacionado y la banqueta.
Pese a asegurar que llamaría a su aseguradora para subsanar los datos, los uniformados repararon en el aliento alcohólico del conductor, por lo que lo abordaron a la paila de la patrulla para trasladarlo a los separos de Seguridad Pública, donde un médico legista determinaría el grado de alcohol en su sangre.
Mientras tanto, los uniformados sugirieron a los afectados acudir al Ministerio Público para levantar formal querella contra el responsable para que les pagara los daños ocasionados; en tanto el vehículo del sujeto sería llevado al corralón.
(Texto y fotos: Brayan Zavala)