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Campeche

Alcohol, más caro que la droga

“Está más caro que la droga, pero qué le vamos a hacer, si es nuestra debilidad”, dice Venancio X., joven que forma parte de una cuadrilla de albañiles llevó a cabo el “colado” de un techo, en la colonia La Peña y para “refrescarse” tuvieron que recurrir al clandestinaje para adquirir un cartón de “misiles” de cerveza.

Al restringir primero y luego suspender la venta de bebidas etílicas, el Gobierno involuntariamente abrió un atractivo “nicho” para la ilegalidad, pues según se ha podido apreciar, que muchos de los infractores no son personas improvisadas que compraron 10 o 20 cartones de cerveza para revenderlos y obtener un ingreso extra, sino de personas que invirtieron en la adquisición de hasta 300 cartones de cahuamas o medias.

A decir del alarife por la cerveza pagó 750 pesos, producto por el que regularmente no se pagaría más de 320 pesos y que incluso puede encontrarse en oferta a menos de 300 pesos. También se pudo indagar que la canastilla de cerveza se está cotizando en 140 y 150 pesos, según la marca, cuando el precio regular de dicho producto es de entre 55 y 95, pesos.

“Lo están vendiendo más caro que en la cantina. La caja de 12 misiles cuesta 750 pesos o sea más de 60 pesos cada botella. El patrón nos dijo que nos va a invitar dos. Está caro porque está escaso”, explica el trabajador.

Uno de los instrumentos que están utilizando los vendedores clandestinos de etílico para aprovechar el mercado que dejó abierta la prohibición con motivo de la mortífera pandemia de coronavirus, es el Internet y sus redes sociales, así como los servicios de mensajería instantánea.

El producto etílico que más se requiere es la cerveza, pero hay quienes ponen a disposición del potencial consumidor botellas de cualquier tipo de licor, nacional e importado. Los precios son arbitrarios, pero todo parece indicar que no han faltado compradores, pues una botella de ron, que en cualquier licorería puede comprarse a razón de 135 pesos, en el clandestinaje es vendida en 200 y hasta 250 pesos, en tanto que una botella de 750 ml de un whisky de regular calidad, puede venderse en más de mil pesos, cuando en los supermercados el costo de este producto no supera los 650.

Hasta la fecha, han sido detenidas siete personas durante los operativos contra la venta clandestina de alcohol, pero debido a la evidente rentabilidad del negocio los “traficantes” de bebidas embriagantes no han dejado de operar.

En Campeche, a finales de marzo el Gobierno del Estado decidió racionar la venta de bebidas etílicas. El primer acuerdo establecía que el horario autorizado para la venta de bebidas etílicas sería de las 12:00 hasta las 18:00 horas, estableciéndose las medidas de apremio y sanciones para quienes no acataran la disposición.

Las autoridades sabían que iba a ser complicado meter en cintura a los campechanos, sobre todo a los de la capital del estado y los de Ciudad del Carmen, ya que no por nada nuestra entidad se encuentra entre los 10 primeros lugares a nivel nacional, en cuanto al abuso en el consumo de bebidas embriagantes, según ha reconocido el secretario técnico del Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECA), Gilberto García Salazar.

Durante el mes de marzo y principios de abril, muchos campechanos se avituallaron de cervezas, vinos y licores en los supermercados y expendios, sobre todo aquellos que vislumbraron que en el territorio campechano también serían impuestas medidas restrictivas más severas, ante la pandemia del COVID-19, pero la mayoría no tomó sus previsiones.

Advertencia del Gobierno del Estado

El 7 de abril de abril, el Poder Ejecutivo del Estado de Campeche, a través de la Junta Reguladora para la Venta Ordenada y Consumo Responsable de Bebidas Alcohólicas se vio obligado a hacer una notificación a los habitantes de la entidad, en la que subrayó las penas a las que se harían merecedores quienes infringieran la Ley Seca que había sido impuesta dos días antes.

La venta ilícita de bebidas alcohólicas en casa-habitación o en cualquier otro lugar, amerita una sanción de prisión de uno a cuatro años, una multa de cuarenta a quinientos salarios y el decomiso de las bebidas alcohólicas, de conformidad a lo establecido por el artículo 352bis del Código Penal del Estado de Campeche.

Igual sanción será aplicable a los titulares de licencias o permisos para la venta de bebidas alcohólicas que permitan, auspicien, induzcan ordenen o realicen la venta o la distribución de bebidas alcohólicas a quienes en forma clandestina realicen la venta de dichas bebidas.

La emisión del comunicado tuvo lugar luego de que, a pesar de haber sido instaurada la Ley Seca, era más que evidente que el licor seguía corriendo a raudales en barrios, colonias y fraccionamientos y que alguien estaba haciendo su agosto en plena fase crítica del COVID-19.

Ingeniosa forma de conseguir cerveza

El ingenio para conseguir alcohol, no conoce límites, y las redes sociales permiten que los consumidores adquieran sus cervezas o licores. Los precios un six 140 y  una plancha 400 pesos. Por lo que la Ley Seca por la emergencia sanitaria decretada por el Coronavirus Covid-19, se la pasan por el “Arco del Triunfo”.

Tras el aviso de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Copriscam) que se prohibiría la venta de bebidas alcohólicas, los campechanos acudieron a supers, expendios y locales para adquirir su abastecimiento.

Tras el cierre decretado por la Secretaría de Salud, comenzó la proliferación de expendios clandestinos de ventas de bebidas alcohólicas, incluso algunos todavía con la atención de meseras.

Primero mediante facebook algunos comenzaron a ofrecer, incluso uno de los primeros lugares en donde se decomisaron y cerró el clandestino, es porque los mismos usuarios subieron en donde departían y compraban.

A partir de este hecho, los anuncios o comentarios en esta red social de que podían adquirir algún producto etílico desapareció o lo borraron ante las detenciones y destrucción de bebidas etílicas.

Pero los consumidores, adictos o no, se las ingenian para buscar alternativas en donde surtirse de su cerveza o licor preferido y prefieren ser detenidos a denunciar el lugar en donde compraron.

Ahora mediante el uso de la red de whatsapp es como ofertan el poder adquirir el tipo de bebida que se desea, ya que se restringe el uso y solo a los conocidos y clientes para evitar ser detectados por la policía que realiza sus rondines o recibe la denuncia anónima de la venta clandestina.

Aunque otros manifiestan que los precios están en el caso de la superior a 80 pesos cuando se adquiría en 50 pesos en los supermercados; la Tecate tiene un costo de 100 y la Lager en 115 pesos el paquete de seis botellas o latas.

Los licores también duplicaron su precio ya que el wisky Buchanan que podía costar 1,800 pesos ahora hasta en 3,500 pesos los están ofreciendo, mientras que los de menor precio como el William Lawson que tenía un precio aproximado de 200 pesos ahora lo dan en 500 pesos y el Passport Scotch de 130 o 150 pesos en este momento se tiene que pagar 300 pesos.

(Joaquín Vargas y Wilbert Casanova)

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