La necesidad de prótesis ha aumentado en los últimos años, principalmente por enfermedades como la diabetes, que con frecuencia derivan en amputaciones de extremidades, aunque también existen casos relacionados con traumatismos provocados por accidentes, así lo explicó Moisés Ruiz Méndez, ortesista-protesista, quien dijo que aunque se procura reducir costos, la situación económica del país limita el acceso, y muchas personas tardan uno o incluso dos años en reunir el dinero para poder adquirir una prótesis.
Respecto a la demanda en la solicitud de prótesis cuando los avances tecnológicos permitan que no contar con una extremidad sea menos difícil que años atrás, cuando todo era muy artesiano o de baja accesibilidad, el entrevistado refirió que, si bien existen prótesis de alta tecnología, como las bioeléctricas o con sistemas computarizados, los costos tienen cifras inalcanzables para la mayoría de la población.
Radicado en la comunidad de Chekubul, en la región de Sabancuy, el entrevistado mencionó que trabaja principalmente con prótesis mecánicas de rodilla, hidráulicas o neumáticas, cuyos precios oscilan entre los 40 mil y 80 mil pesos, aun así, difícilmente por las cuestiones económicas las personas se animan y quienes lo logran con mucho esfuerzo, también se enfrentan al dejar de usarlas.
Sobre el uso continuo de las prótesis, explicó que los pacientes jóvenes, de entre 15 y 50 años, suelen adaptarse mejor y darles continuidad. En cambio, en personas mayores, de 65 o 70 años, es común que, aunque deseen verse completos nuevamente y caminar, con el tiempo se desanimen y terminen dejando la prótesis sin uso.
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Aunque la fabricación de una prótesis puede tomar únicamente alrededor de ocho días efectivos de trabajo, el proceso completo suele extenderse debido a múltiples factores, principalmente las pruebas de molde y las variaciones físicas del paciente y es que en algunos casos es necesario realizar hasta cuatro ajustes, sobre todo cuando el muñón presenta cambios por pérdida de peso o por el tiempo prolongado de espera, muchas veces ocasionado por la dificultad para reunir el dinero necesario.
El especialista detalló que, una vez entregada la prótesis, el periodo de adaptación para el paciente no es inmediato. En promedio, se requieren entre seis y nueve meses para que una persona logre dominar su uso y pueda caminar con mayor seguridad, siempre acompañado de terapia y seguimiento adecuado.
Ruiz Méndez aclaró que uno de los principales problemas del sector no es la falta de certificación, sino la escasa difusión del trabajo que realizan los ortesistas y protesistas.
