
La crisis económica y el aumento de la inseguridad en la capital de Campeche están cobrando factura a empresas y negocios que deciden cerrar sus puertas, dejando vacíos los locales comerciales que antes albergaban marcas reconocidas.
Esta semana, ciudadanos reportaron en redes sociales el cierre de dos importantes puntos de venta: el Oxxo ubicado en la colonia Peña y la Farmacia YZA de la avenida Hidalgo, lo que ha despertado preocupación entre la población por la falta de consumo, la inseguridad y las altas rentas comerciales.

De acuerdo con la alcaldesa Biby Rabelo de la Torre, Farmacias YZA reducirá su presencia de 16 sucursales a solo cuatro en toda la capital, confirmando lo que muchos campechanos ya temían: que la situación económica de la ciudad es cada vez más difícil. Rabelo reconoció que el desempleo es una de las principales causas del estancamiento económico, ya que las fuentes laborales estables son escasas y muchas familias se ven obligadas a sobrevivir mediante el emprendimiento o el sector público.
Por otro lado, los precios de los locales comerciales también representan un obstáculo para mantener negocios activos. En sitios como la avenida Gobernadores, un local de 96 m² se renta hasta en 50 mil pesos mensuales, una cifra inaccesible para muchos emprendedores locales que enfrentan un bajo flujo de clientes.

Usuarios en redes sociales han señalado que la delincuencia también ha contribuido a que las empresas emigren o dejen de operar en Campeche, ante el temor de pérdidas o daños que afecten su operación.
Mientras tanto, la administración estatal, encabezada por Layda Sansores, sigue promoviendo un discurso de crecimiento económico, lo que ha generado molestia entre los ciudadanos que perciben una realidad muy diferente en las calles: negocios cerrados, oportunidades laborales limitadas y mayor inseguridad.
JGH