
Los acuerdos del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya serán positivos para labores de conservación y protección de zonas arqueológicas y para conocer más de la milenaria cultura que durante su apogeo no conoció de fronteras entre México, Guatemala y Belice, señaló Adriana Velázquez Morlet, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Campeche.
Explicó que aunque el acuerdo está enfocado en la protección medioambiental de la selva, toda la región está llena de zonas arqueológicas, por lo cual habrá coordinación de trabajo desde el aspecto arqueológico.
“Muy pronto nos vamos a reunir con la ministra de Cultura de Guatemala y la Dirección del Instituto Arqueológico de Belice, para comenzar a trazar estrategias de conservación en conjunto. Nos han comentado que hay mucho interés por avanzar en conjunto y proteger el patrimonio”, detalló.
Explicó que algunos de los temas por investigar son referentes a las aguadas y aspectos hidráulicos de la región, análisis urbano maya, entre otros, ya que hay nueva información y nuevas herramientas para conocer más de la milenaria cultura; por ejemplo con los vuelos LiDAR, que son operaciones aéreas que utilizan tecnología “Light Detection and Ranging”, para recopilar datos 3D de alta precisión sobre la superficie terrestre.
Es preciso decir que el pasado 15 de agosto la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum firmó en una reunión histórica un acuerdo trilateral con sus homólogos de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, y de Belice, John Antonio Briceño.
Se pactó preservar 5.7 millones de hectáreas del corazón de Mesoamérica mediante el Corredor Biocultural y fortalecer la cooperación ambiental en materia de conservación e integridad ecológica en beneficio de más de siete mil especies, 200 en categoría de riesgo, 50 prioritarias y 250 endémicas de México.
Velázquez añadió que estos acuerdos servirán para combatir el saqueo de piezas arqueológicas, aunque estimó que este año no se han reportado robos, sólo daños a caminos agrícolas.