
En Campeche, como en el resto del país, el suicidio se ha convertido en un problema de salud pública creciente, que impacta de manera directa a las familias y comunidades. Aunque el tema sigue siendo rodeado de tabúes, hablar de él con información verificada es fundamental para salvar vidas.
Uno de los mitos más comunes en la sociedad campechana es creer que las personas que se suicidan “no avisan”, cuando en realidad, especialistas en salud mental señalan que la mayoría sí da señales previas. Estas pueden manifestarse a través de frases como “ya no quiero seguir”, “sería mejor no estar aquí” o actitudes que reflejan un profundo cansancio emocional.
En Campeche, donde comunidades enteras mantienen fuertes lazos familiares y sociales, muchas veces estas expresiones se confunden con un “llamado de atención” o se minimizan, sin reconocer que en realidad pueden ser gritos de auxilio.
Las señales están presentes
De acuerdo con psicólogos locales, las señales de riesgo incluyen:
- Aislamiento de familiares y amigos.
- Cambios drásticos en hábitos de sueño o alimentación.
- Abandono del cuidado personal.
- Regalar pertenencias importantes.
- Conductas impulsivas o de riesgo extremo.
En varios casos documentados en la entidad, familiares reconocieron después que la persona había mostrado conductas de alarma, pero no supieron cómo reaccionar ni a dónde acudir.
Romper mitos para prevenir
Otro mito frecuente es pensar que hablar del suicidio puede inducir a cometerlo. Sin embargo, expertos sostienen que abrir un diálogo sincero, con empatía y sin juicios, puede convertirse en un salvavidas para quien atraviesa una crisis. En Campeche, diversas instituciones como la Secretaría de Salud estatal, la Cruz Roja y colectivos ciudadanos promueven espacios de escucha y acompañamiento.
Una responsabilidad comunitaria
El suicidio no es un acto repentino ni inevitable, sino el resultado de factores acumulados: depresión, ansiedad, consumo de alcohol y drogas, violencia intrafamiliar, duelos no resueltos o precariedad económica. En Campeche, donde estos problemas se viven con frecuencia tanto en zonas urbanas como rurales, la prevención debe ser una tarea compartida entre autoridades, familias y comunidades.
Pedir ayuda, un acto de valentía
Especialistas recalcan que escuchar, acompañar y canalizar hacia atención psicológica o psiquiátrica es la manera más efectiva de apoyar. Reconocer las señales y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Hablar del suicidio en Campeche, lejos de fomentar el estigma, significa abrir la puerta a la esperanza y la prevención. Porque en cada historia hay señales que, si se atienden a tiempo, pueden transformar un desenlace fatal en una oportunidad de vida.