
El Consejo Internacional de Adiestradores Veterinarios, Criadores, Especialistas y Protectores (CIAVCEP) alertó que entre 7 y 8 de cada 10 niños que viven con Trastorno del Espectro Autista (TEA) requieren del acompañamiento de un 'Perro de Servicio'. Sin embargo, la demanda de los padres sigue siendo baja debido al alto costo de estos animales, el tiempo de entrenamiento —que puede prolongarse por más de dos años—, así como a la falta de cultura en espacios públicos, donde suelen confundirse con mascotas, cuando en realidad son animales de trabajo.

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Santiago Leonardo Sáenz Ayala, coordinador del área Perros de Servicio del CIAVCEP, explicó que estos canes cumplen funciones clave en situaciones de crisis: pueden actuar como 'ancla' cuando un niño intenta salir corriendo, dar alertas a los padres mediante ladridos, localizarlo a través del olfato e incluso brindar contención física y emocional para evitar que se autolesione. Además, ayudan a que los menores mantengan la calma en ambientes ruidosos o con exceso de estímulos.

“El perro de servicio no sustituye a los padres ni funciona como niñera, pero sí representa un apoyo fundamental para dar seguridad y tranquilidad al niño”, subrayó.
El especialista, quien brindó la conferencia La importancia de brindar el acceso a los Perros de Servicio, recalcó que la certificación de estos animales es indispensable, pues garantiza que cumplen con pruebas de obediencia y actitud social que les permiten ingresar a restaurantes, centros comerciales u oficinas sin representar inconvenientes.
No obstante, reconoció que aún existe resistencia en algunos establecimientos por desconocimiento o prejuicios, lo cual es preocupante, sobre todo porque estimó que 1 de cada 4 infantes es autista.
El proceso de formación inicia desde la selección de la camada y puede extenderse hasta dos años y medio, ya que no solo se entrena al perro en habilidades específicas, sino que también se busca generar un vínculo adecuado con el menor. Los costos para adquirir y mantener a un perro de servicio pueden alcanzar cifras elevadas, lo que constituye otra barrera para las familias.

Sáenz Ayala destacó que, aunque no todos los niños con autismo requieren este apoyo —pues el espectro es amplio y cada caso se evalúa de forma individual—, la mayoría sí puede beneficiarse. Sin embargo, advirtió que si no se da el debido seguimiento al adiestramiento, los perros pueden desarrollar problemas de comportamiento, por lo que es fundamental que las familias comprendan que se trata de perros de trabajo que requieren estructura, obediencia y continuidad.
Finalmente, el CIAVCEP llamó a sensibilizar a la sociedad y a los sectores comerciales sobre la importancia de permitir el acceso a los perros de servicio certificados, a fin de eliminar barreras y abrir espacios que mejoren la calidad de vida de los niños con autismo y sus familias.