
Tras el caso de intoxicación de alumnos de la Escuela Secundaria Técnica No. 26 en Ciudad del Carmen, el presidente de la Asociación Nacional de Médicos Egresados de la Universidad Veracruzana, Froilán Palestino Cruz, advirtió sobre los graves riesgos que representa el consumo de alimentos adulterados con marihuana y otras sustancias, entre adolescentes, por lo que los tres niveles de gobierno deben tomar cartas en el asunto, pero también los padres de familia, que son los primeros responsables de vigilar la conducta y lo que consumen sus hijos.

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Aunque la Secretaría de Educación en Campeche (SEDUC) reconoció que en todo el Estado este no sería el único caso reportado por consumo de drogas en escuelas secundarias, en Ciudad del Carmen el caso ha sido acallado por la dirección del plantel y por el Centro de Desarrollo Educativo y enlace con la SEDUC, pues de forma hermética han atendido la situación.
A decir del especialista, esta situación no es nueva y se ha presentado en múltiples planteles del país, donde estudiantes acceden a los llamados “brownies” preparados con marihuana, en algunos casos combinados con otras drogas, lo que representa un peligro para las niñas, los niños y adolescentes; pues si bien la marihuana puede considerarse de menor efecto prolongado frente a otras drogas, cuando se mezcla con narcóticos más potentes el riesgo de intoxicación grave aumenta significativamente, incluso con posibilidad de provocar un paro cardiorrespiratorio y la muerte. “Esto no es un juego ni algo habitual que deba tomarse a la ligera”, subrayó.

El médico criticó que programas como la “Operación Mochila” se hayan debilitado por la oposición de padres de familia, quienes no asumieron el compromiso de supervisar el entorno escolar de sus hijos, porque si hubieran tenido esa vigilancia, muchos de estos casos no sucederían. No basta con culpar a las escuelas o a quien tal vez llevó los panecillos, porque son los padres quienes deben involucrarse en la integración familiar y detectar cambios de conducta en los jóvenes.
Asimismo, destacó que este caso no es aislado, pues en lo que va del ciclo escolar se han registrado múltiples episodios similares en otras escuelas del estado y en años anteriores. El problema ha sido minimizar o esconder estas situaciones en lugar de atenderlas de manera frontal, por lo que es momento de reconocer que los hijos están en riesgo en el que debiera ser un lugar seguro como es la escuela.
SILENCIO INSTITUCIONAL
Cabe señalar que, desde que el caso fue denunciado por padres de menores intoxicados y quienes guardaron el anonimato, la dirección de la ETI número 26 solicitó el ingreso de los tutores para hablar al respecto. Según algunos testigos, los paterfamilias fueron “advertidos” de que tendrían consecuencias si ventilaban la situación a la prensa, por lo que, con temor de que sean expulsados, decidieron guardar silencio.

Este medio de comunicación intentó buscar a directivos de la escuela secundaria, para que ofrecieran la versión oficial y el tratamiento que está dándose a esta situación que tiene preocupados a los padres de este y demás planteles de la ciudad. Sin embargo, en completa cerrazón, el personal dijo que la dirección está muy ocupada y que a las únicas personas a las que puede atender es a padres de familia.

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Al mismo tiempo se buscó a Celia Rodríguez Gil, coordinadora de CEDE, quien tras preguntársele sobre el caso decidió guardar silencio, pese a que su jefe, Víctor Sarmiento Maldonado, sí confirmó lo que estaba sucediendo no solo en la ETI 26, sino en otros planteles que hay en Ciudad del Carmen, así como en otros municipios de Campeche.
JGH