
Pescadores ribereños esperan con ansias el primero de octubre, fecha en la que se levanta la veda del camarón siete barbas. Por viaje pueden capturar hasta 40 kilogramos, una cantidad que, desde luego, les genera ingresos, ya que el kilogramo se vende alrededor de los 100 pesos. Actualmente, cuentan con un importante mercado no sólo en la localidad, sino también en estados del centro y norte del país, donde este camarón, conocido como “coctelero” por su tamaño, es altamente demandado.

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Vicencio Luna Pérez, presidente de la Federación de Pescadores Ribereños de Ciudad del Carmen, señaló que desde que la pesca ribereña del camarón siete barbas (Xiphopenaeus kroyeri) fue reconocida como actividad legal en 1997, se ha consolidado como una de las más importantes en Campeche. No obstante, advirtió que su declive en la última década representa problemas reales y potenciales, no sólo de tipo económico, sino también social para el estado. Sin embargo, el sector pesquero asegura que los estudios existentes son obsoletos y no reflejan la realidad actual de la producción de este crustáceo.
Explicó que más de 200 lanchas ribereñas en Ciudad del Carmen se preparan para zarpar a partir del primero de octubre, especialmente hacia la zona norte de la isla. Aquellos con mayor presupuesto pueden adentrarse más lejos, lo que ha permitido que algunos pescadores logren capturas de entre 20 y 40 kilogramos por viaje.

Reconoció que uno de los principales problemas que enfrenta el sector pesquero ribereño es la falta de apoyo para adquirir insumos, siendo el combustible su mayor obstáculo. Para salir a pescar, requieren al menos 50 litros, incluso para trayectos cortos. Si la producción no resulta rentable, prácticamente no obtienen ganancias.
“Somos unas 200 embarcaciones ribereñas. Pretendemos ofrecer el kilogramo de camarón siete barbas sin cabeza en aproximadamente 100 pesos. Entonces, pues resulta, porque al menos cubrimos los gastos. Sin embargo, el panorama sería muy distinto si existiera la posibilidad de contar con un subsidio al precio del combustible, no que nos lo regalen, pero sí un apoyo”, comentó.
El líder ribereño confía en que las condiciones climáticas permitan salir a pescar y que el precio del camarón siete barbas no caiga, ya que ambas situaciones son fundamentales para mantener las buenas expectativas económicas del sector durante los próximos meses.
Luna Pérez agregó que el camarón siete barbas, conocido como “coctelero” por su tamaño, afortunadamente es bien aceptado en el mercado. No sólo lo compran personas de la localidad que se dedican a la venta de cocteles y ensaladas, sino que también es muy solicitado en otros destinos del país, particularmente en estados del centro y norte.