WASHINGTON/BEAUREGARD/NUEVA YORK, EE.UU., 4 de marzo (EFE/AFP/AP).- Al menos veintitrés personas murieron el domingo, entre ellas varios menores de edad, y decenas resultaron heridas por los tornados que azotaron el estado de Alabama, en el Sur de Estados Unidos, informó este lunes el sheriff Jay Jones, del condado de Lee.
“Parece como si alguien hubiese tomado un cuchillo gigante y cortado el terreno de cuajo (...) No he visto este nivel de destrucción nunca en mi experiencia aquí en el condado de Lee”, explicó Jones en una rueda de prensa este lunes.
El funcionario informó que el saldo mortal se había elevado a 23, a la vez que advirtió de que la cifra podría ser aún más alta a medida que los equipos de rescate inspeccionan este lunes la zona en busca de supervivientes y damnificados.
La mayoría de las víctimas se produjeron en las zonas rurales cerca de la ciudad de Opelika, que cuenta con 26,000 habitantes y está próxima al estado de Georgia.
En su página web, el Centro Médico del Este de Alabama reveló que había recibido a al menos sesenta heridos por los tornados.
La jornada del domingo ha sido la más mortífera por los tornados en Estados Unidos desde el 20 de mayo de 2013, cuando 24 personas perdieron la vida por el “Moore”, que devastó el estado de Oklahoma, según el Servicio Nacional Meteorológico.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que había hablado “directamente con la Agencia Federal de Gestión de Emergencias para que les dé un tratamiento sobresaliente al Gran Estado de Alabama y la maravillosa gente de que ha sido devastada por los tornados”.
Buscan sobrevivientes
Equipos de rescate intensificaron este lunes la búsqueda y rescate de sobrevivientes en Alabama, un día después de que varios tornados azotaran este estado del sureste estadounidense con vientos que alcanzaron los 273 Km/hora y dejaron al menos 23 muertos, entre ellos tres niños.
“Describiría el daño que hemos visto en el área como catastrófico”, dijo el comisario Jones.
“No puedo recordar que hayamos sufrido una situación donde hayamos tenido tantas pérdidas de vida en al menos los últimos 50 años”, añadió el comisario.
En Lee, los vientos fueron tan poderosos que levantaron un cartel publicitario y lo soltaron a más de 30 kilómetros de distancia, en la frontera con Georgia, según relatos de prensa.
Más de 6,000 hogares quedaron sin electricidad en Lee, según la empresa PowerOutage.US, y otros 16,000 sufrieron cortes en Georgia.
Los habitantes del sur de Estados Unidos se dedicaban el lunes a la reconstrucción tras el paso de intensos tornados que dejaron 23 muertos y una estela de destrucción.
Feroz tormenta invernal
Los habitantes del noreste de Estados Unidos amanecieron el lunes con las calles y techos cubiertos de nieve, a consecuencia de una fuerte tormenta invernal que obligó a cerrar escuelas y trabó el tránsito.
En Pensilvania las autoridades emitieron restricciones al transporte vehicular. En Nueva Jersey, el gobernador Phil Murphy declaró el estado de emergencia para la totalidad del estado.
En la ciudad de Nueva York, el alcalde Bill de Blasio ordenó el cierre de las escuelas e impuso restricciones al estacionamiento de vehículos en la calle.
Las zonas al sur y al oeste de Boston fueron las que más nieve recibieron, dijo el Servicio Nacional de Meteorología. El poblado de Sharon presenció 41 centímetros (16 pulgadas); el de Weymouth 38 centímetros (15 pulgadas) y los de Foxborough y Natick 36 centímetros (14 pulgadas).
En Pomfret, Connecticut, cayeron 41 centímetros (16 pulgadas y media) y Burrillville, Rhode Island, tuvo 43 centímetros (17 pulgadas).
El famoso Central Park de Nueva York recibió 13 centímetros (5 pulgadas).
Cientos de escuelas en todo el país cancelaron o postergaron clases debido a la tormenta. En partes de Nebraska se preveían temperaturas de 40 grados Fahrenheit bajo cero (40 grados centígrados bajo cero), por lo cual se ordenó el cierre de escuelas y negocios.
Miles de personas, además, se encontraban sin electricidad debido a que la espesa nieve tumbó los cables exteriores.
Las autoridades sospechan que la tormenta fue parte de la causa de un accidente vial en que murieron dos adolescentes a 48 kilómetros (30 millas) al norte de Filadelfia la noche del domingo. El conductor del vehículo, un joven de 17 años, fue hospitalizado.