
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que la capital del país, Washington D.C., recuperó la tranquilidad luego de la implementación de su plan de seguridad que incluyó la movilización de la Guardia Nacional y agentes del FBI.
“¡Washington D.C. vuelve a ser una ciudad segura!”, escribió en su plataforma Truth Social, donde aseguró que la estrategia ha reducido los delitos y elevado la confianza ciudadana.
Según Trump, la ciudad no registró homicidios durante la última semana, dato que atribuyó a la acción de las fuerzas federales y que fue respaldado por el sindicato local de Policía.
Críticas desde la administración local
La versión presidencial contrasta con la postura de las autoridades capitalinas. La alcaldesa Muriel Bowser, del Partido Demócrata, respondió que los índices de criminalidad ya mostraban una tendencia a la baja antes del despliegue federal.

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Para la administración local, las declaraciones de Trump forman parte de una estrategia propagandística con tintes autoritarios.
Bowser ha señalado que la intervención federal no solo busca proyectar una imagen de control, sino que además desinforma al público al minimizar el trabajo previo de la policía de la ciudad y las medidas implementadas a nivel local.
Advertencia a la alcaldesa
En su mensaje, Trump también lanzó una advertencia a la alcaldesa: pidió que deje de difundir “cifras falsas e inexactas”, y advirtió que de no hacerlo podrían “ocurrir cosas muy malas”, entre ellas la posibilidad de que la capital pase a un control federal absoluto.
El enfrentamiento refleja la tensión política entre la Casa Blanca y la administración local de Washington D.C., en un contexto donde la seguridad pública se ha convertido en un tema central del discurso presidencial.
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