
El gobierno de Venezuela calificó como “ridícula” y “patética” la decisión de Estados Unidos de ofrecer una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a la captura del presidente Nicolás Maduro, acusado por Washington de colaborar con organizaciones de narcotráfico.
“El show de Pamela Bondi es una cortina de humo desesperada”, aseguró el canciller Yván Gil, quien utilizó su cuenta de Telegram para denunciar la medida como una operación de propaganda política. “La dignidad de nuestra patria no está en venta”, agregó.
Estados Unidos redobla ofensiva y duplica recompensa
La fiscal general Pamela Bondi argumentó que la recompensa responde al aumento de la amenaza que representa Maduro para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Señaló que el líder venezolano utiliza cárteles como el de Sinaloa y el Cártel del Sol para introducir drogas al país, muchas veces mezcladas con fentanilo.
Desde 2020, el Departamento de Justicia ha incautado más de 700 millones de dólares en activos vinculados a Maduro, incluidos dos aviones privados y nueve vehículos. Bondi insistió que Maduro “no escapará de la justicia”.

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Washington desconoce a Maduro como presidente
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, afirmó que Estados Unidos no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y respaldó al opositor Edmundo González Urrutia, quien alega haber ganado las elecciones de julio de 2024.
Rubio acusó a Maduro de haber estrangulado la democracia y mantenerse en el poder con elecciones fraudulentas. También reiteró que la administración Trump considera al Tren de Aragua como una organización terrorista global ligada al chavismo.
Antecedentes y tensiones diplomáticas
Estados Unidos y Venezuela no mantienen relaciones diplomáticas desde 2019, cuando Trump reconoció al entonces líder opositor Juan Guaidó como presidente interino. Las tensiones se han profundizado con acusaciones de narcoterrorismo, sanciones económicas y presión internacional.
A pesar de ello, la Casa Blanca ha negociado la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela, con la mediación de países como El Salvador.
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