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México

Usan salsa valentina como nuevo método de asalto: así operan los delincuentes

Al menos tres entidades del país han reportado asaltos en donde los delincuentes emplean esta peculiar técnica como un distractor para despojar a personas de sus pertenencias.

Los delincuentes utilizan la técnica como método de distracción
Los delincuentes utilizan la técnica como método de distracción / Imagen generada con IA

Una peculiar técnica empleada como mecanismo de distracción por asaltantes, ha encendido las alarmas en el estado de Morelos. Según reportaron medios locales, el pasado jueves 11 de diciembre, un hombre de la tercera edad sufrió un violento asalto tras haber sido rociado con salsa valentina.

De acuerdo con el testimonio de un familiar de la víctima, los delincuentes mancharon al hombre con la salsa y posteriormente se acercaron a él para ofrecerle apoyo. En este punto, intentaron sustraer las pertenencias del abuelito sin que se percatara, sin embargo, opuso resistencia, razón por la que fue amenazado con un arma de fuego.

Durante el asalto, los responsables lograron sustraer un celular, una cartera con dinero en efectivo y una tarjeta bancaria, que fue bloqueada rápidamente posterior al hecho, evitando otras pérdidas que lamentar, ya que los malhechores, quienes lograron huir del sitio, habrían intentado realizan una compra.

Tras su detención, Yael “N” fue trasladado y puesto a disposición de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México

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La extraña técnica no es un hecho aislado

Aunque para muchos podría parecer un hecho inédito, asaltos en donde se emplea la misma técnica, han sido reportados con anterioridad. En un establecimiento comercial del mismo municipio morelense, se ha señalado a personas que arrojan este aditamento para intentar robar a clientes que acuden al lugar.

Un caso similar ocurrió en Cholula, Puebla, cuando delincuentes mancharon a una persona y mientras la "ayudaban a limpiarse", le robaron sus pertenencias. Por último, en un hecho más antiguo suscitado hace siete años en una gasolinera del Ajusco, Ciudad de México, una persona acusó una situación similar.