
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció en contra de la xenofobia y cualquier forma de discriminación, luego de los disturbios registrados el pasado 4 de julio durante una marcha contra la gentrificación en la Ciudad de México, que dejó daños en inmuebles y comercios de las colonias Roma y Condesa.
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum enfatizó que si bien la preocupación por el impacto de la gentrificación en algunas zonas de la capital es legítima, no se puede permitir que esa inconformidad se traduzca en expresiones de odio o rechazo hacia personas extranjeras.
“Todas y todos los mexicanos tenemos que tener muy presente: no a la discriminación, no al racismo, no al clasismo, no a la xenofobia. México siempre ha sido un país solidario y fraterno”, subrayó la mandataria.
Recordó que históricamente México ha recibido a personas que han buscado refugio en el país, como los exiliados republicanos españoles, víctimas de golpes de Estado en América del Sur y personas desplazadas por la violencia en Centroamérica.

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La presidenta también condenó el episodio de discriminación ocurrido en días recientes, donde una mujer de nacionalidad argentina insultó a un policía en la zona de la Condesa.
“Esas actitudes clasistas y discriminatorias son inaceptables. Toda nuestra solidaridad al policía que fue víctima de esos insultos”, agregó.
Sheinbaum insistió en que México es y debe seguir siendo un país abierto al mundo, donde el respeto mutuo sea la base de la convivencia, sin importar nacionalidad, género, raza o clase social.
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