
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezó a distancia el inicio de los trabajos del cuarto tramo del Tren Querétaro–Irapuato, una obra de 108 kilómetros que busca reforzar la conectividad en el Bajío y el occidente del país.
El banderazo se realizó en conjunto con los gobernadores Mauricio Kuri (Querétaro) y Libia Denisse García (Guanajuato), quienes destacaron el impacto económico y social que tendrá el tren de pasajeros, un proyecto largamente anhelado en la región.
Detalles técnicos y estaciones previstas
El titular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, Andrés Lajous, explicó que en esta primera etapa se construirán 30.3 kilómetros de doble vía exclusiva para pasajeros, con velocidades de hasta 200 km/h.
El tramo contará con:
- Dos viaductos ferroviarios en zonas industriales de Guanajuato.
- Nueve pasos superiores vehiculares para garantizar seguridad y fluidez vial.
- 15 estructuras adicionales, incluyendo puentes y obras de drenaje.
Las estaciones contempladas estarán en Apaseo el Grande, Celaya, Cortázar-Villagrán, Salamanca e Irapuato, además de su conexión futura con la Ciudad de México.
De acuerdo con los cálculos oficiales, se prevé una demanda diaria de 30 mil pasajeros y beneficios directos para más de 2 millones de habitantes de la región. La construcción generará mil 518 empleos directos y más de ocho mil 200 indirectos.
Tren de pasajeros: un símbolo de la Cuarta Transformación
Sheinbaum recordó que los trenes de pasajeros fueron prácticamente eliminados tras la privatización de los ferrocarriles en los años noventa.
“Con la Cuarta Transformación se recuperan los trenes para el pueblo. Estamos hablando de desarrollo, de movilidad sustentable y de justicia histórica”, subrayó.
Además del Tren Querétaro–Irapuato, la mandataria destacó proyectos como el Tren Maya, el Interoceánico y las rutas México–Nuevo Laredo y México–Nogales, con la meta de reconectar al país con una red ferroviaria moderna.
Impacto regional
La obra no solo reforzará la competitividad industrial del Bajío, sino que también fomentará el turismo, reducirá tiempos de traslado y será un motor de desarrollo económico.
El arranque del cuarto tramo del Tren Querétaro–Irapuato representa un paso clave en el renacimiento ferroviario de México, impulsado por la actual administración.
IO