El asesinato de Óscar Noé Medina González, alias “El Panu”, ocurrido la tarde-noche del 22 de diciembre en el restaurante “Luaú”, ubicado en la Zona Rosa de la Ciudad de México, sigue generando líneas de investigación relevantes para las autoridades capitalinas.
La víctima ha sido identificada en reportes de inteligencia como jefe de seguridad de “Los Chapitos”, una de las facciones del Cártel de Sinaloa.
Estancia en la CDMX y movimientos previos
De acuerdo con información preliminar, “El Panu” había llegado días antes a la capital del país con su familia para pasar las fiestas decembrinas. Para ello, habría rentado al menos dos inmuebles tipo Airbnb, en los que se hospedó junto con su esposa, hijos y personal de apoyo, incluidas niñeras.
Versiones recabadas por las autoridades señalan que incluso habría acudido a misa con su madre horas antes del ataque, lo que refuerza la hipótesis de que no esperaba un atentado en su contra en ese momento.
Personas cercanas a su entorno familiar habrían declarado que desconocían a qué se dedicaba, una constante en casos relacionados con operadores de alto nivel del crimen organizado que buscan mantener un perfil discreto fuera de sus zonas de influencia.
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Ejecución en restaurante de la Zona Rosa
El homicidio se registró al interior del restaurante “Luaú”, una zona altamente concurrida por turistas y visitantes.
Un sujeto armado ingresó al establecimiento y disparó directamente contra Medina González, para después huir del lugar. El ataque fue directo, lo que refuerza la línea de un ajuste de cuentas.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX (SSC) y de la Fiscalía General de Justicia capitalina (FGJCDMX) desplegaron un operativo inmediato en la zona, además de iniciar el análisis de cámaras de videovigilancia públicas y privadas.
Investigación y posibles móviles
Las autoridades indagan si el asesinato está relacionado con disputas internas del crimen organizado, ajustes entre grupos rivales o una posible traición. También se analiza cómo logró permanecer en la capital sin ser detectado, pese a su presunto rango dentro de la estructura criminal.
El caso se mantiene abierto y bajo reserva, mientras las investigaciones avanzan para identificar a los responsables materiales e intelectuales de uno de los asesinatos más relevantes ocurridos recientemente en una de las zonas más vigiladas de la Ciudad de México.
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