
Un programa de charlas preventivas en escuelas secundarias permitió descubrir un probable caso de abuso sexual y violación en agravio de una adolescente, cuyo nombre se mantiene en reserva para proteger su identidad.
El hallazgo se dio cuando personal especializado, durante una de las pláticas dirigidas a estudiantes, recibió información que encendió las alertas. A partir de ahí se inició una investigación que reveló que la joven habría sido víctima de agresiones reiteradas desde los seis años de edad. El presunto responsable fue identificado como Juan Manuel “N”, quien mantenía cercanía familiar con la menor y, aprovechándose de esa relación, habría cometido los abusos.

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Con las indagatorias en curso, autoridades judiciales emitieron una orden de aprehensión que fue ejecutada por elementos de investigación. El señalado fue detenido y presentado ante un juez, donde se expusieron los datos de prueba recabados. Tras revisar la información, la autoridad determinó que existían elementos suficientes para vincularlo a proceso por los delitos de abuso sexual y violación.
El juez impuso como medida cautelar la prisión preventiva, la cual deberá cumplir durante dos años o hasta que concluya el juicio. Mientras tanto, continúan las investigaciones para robustecer el caso y garantizar justicia a la víctima.

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De acuerdo con lo expuesto en audiencia, los ataques no fueron aislados, sino constantes a lo largo de la infancia de la menor. Esta situación refuerza la importancia de los programas de prevención y orientación en escuelas, ya que fue en ese espacio donde la víctima encontró una vía segura para dar a conocer lo que estaba ocurriendo.
La detención y vinculación a proceso de Juan Manuel “N” representa un paso en la búsqueda de justicia, mientras que el caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de fomentar espacios de confianza y atención temprana para niñas, niños y adolescentes, a fin de que puedan denunciar situaciones de violencia sin miedo a represalias.