Yucatán

Encarece la educación privada en Yucatán; en 2025 registra alza histórica hasta del 12%, la más alta en México

Familias yucatecas enfrentan un fuerte golpe en su economía por el alza en las colegiaturas en las escuelas privadas.
El alza refleja la presión sobre los costos operativos de las escuelas privadas en Yucatán
El alza refleja la presión sobre los costos operativos de las escuelas privadas en Yucatán / Especial

Con el inicio del ciclo escolar 20252026, las familias yucatecas enfrentan un fuerte golpe al bolsillo: las colegiaturas privadas subieron 9.7 % en septiembre, el incremento más alto de todo México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Este aumento supera ampliamente el promedio nacional de 5.8 % y confirma una tendencia de 27 meses consecutivos en que las tarifas educativas suben por encima de la inflación, afectando principalmente a la clase media que depende de la educación privada para garantizar la calidad educativa de sus hijos.

El alza refleja la presión sobre los costos operativos de las escuelas en Yucatán, donde los salarios y prestaciones del personal docente representan cerca de la mitad de los gastos. La pandemia, el aumento de insumos y servicios, así como la carga fiscal, también han obligado a los planteles a trasladar estos costos a las familias.

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La Asociación de Escuelas Particulares del estado incluso advirtió que algunos planteles podrían cerrar si no logran sostener la operación con los nuevos precios.

Aumento parejo

Aunque en otras entidades como Chihuahua y Tlaxcala los incrementos alcanzaron 7.8 %, y en Nayarit, Chiapas y Michoacán oscilaron entre 7.3 y 7.6 %, Yucatán se posiciona a la cabeza, lo que evidencia la presión local sobre la educación privada y el impacto directo en los hogares.

Este panorama afecta todos los niveles educativos. Las guarderías y estancias infantiles, con un aumento nacional de 7.2 %, son esenciales para que las madres puedan integrarse al mercado laboral, y en Yucatán sus tarifas también se encarecieron de manera significativa.

En preescolar y primaria, los aumentos superaron el 10%, al igual que en secundaria, mientras que la educación universitaria privada experimentó un alza histórica de 12.4 %, también la más alta del país, generando una carga aún mayor para las familias que buscan continuar estudios superiores sin depender de la educación pública.

Golpe a la economía familiar

Este escenario golpea especialmente a los hogares de clase media, que deben reorganizar su presupuesto familiar para afrontar los nuevos costos.

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De acuerdo con la Enigh 2024, los hogares más pobres destinan apenas 454 pesos trimestrales a educación, mientras que los más ricos gastan casi 10 mil pesos, lo que refleja la desigualdad en el acceso a escuelas privadas y la presión que sienten las familias yucatecas frente a incrementos tan pronunciados.

Los expertos coinciden en que los aumentos se deben a factores estructurales, principalmente los costos del personal docente, los servicios y el mantenimiento, así como la carga fiscal que recae sobre los planteles privados.

La tendencia se mantiene por encima de la inflación para los niveles básicos, mientras que bachillerato y universidad podrían registrar aumentos más moderados.

Sin embargo, para muchas familias yucatecas, los incrementos de casi 10% representan un verdadero desafío económico, y algunos colegios anticipan cierres de planteles que no puedan sostener sus operaciones, ampliando la brecha entre escuelas de alto prestigio y otras más convencionales.

Regulación de costos

Frente a esta realidad, especialistas y autoridades educativas sugieren medidas como regular moderadamente las tarifas del sector privado, ofrecer incentivos fiscales o apoyos estatales, garantizar transparencia en los costos y fortalecer la educación pública. También proponen ampliar programas de becas y apoyos dirigidos a estudiantes con necesidad, para evitar que los incrementos se traduzcan en deserción escolar.

La situación en Yucatán no es un hecho aislado, pero sí el ejemplo más evidente de cómo la educación privada encabeza las alzas inflacionarias, obligando a familias, autoridades y escuelas a buscar un equilibrio entre calidad y accesibilidad.

El desafío consiste en garantizar que la educación de calidad no se convierta en un lujo, sino en un derecho alcanzable para la mayoría de los hogares yucatecos.