
Desde el equipamiento básico para atender situaciones de emergencia, hasta técnicas de estabilización para diferentes percanes, la Cruz Roja ofreció el curso de Primer Respondiente a más de 25 ciudadanos, que aprenderán nociones básicas para tratar este tipo de situaciones.
“El objetivo de este curso es que obtengan conocimientos, destrezas y habilidades para que cualquiera atienda situaciones de emergencia en las que una persona corre riesgo, pero también para algunas situaciones en las que las acciones de los estudiantes permitan que la ayuda profesional llegue para atender en mejores condiciones”, señaló Ethel Luna Bojórquez, responsable de impartir el curso en las instalaciones de la Cruz Roja en Mérida.
La encargada señaló que el curso está diseñado para que cualquier persona se familiarice con lo que hace falta para atender una emergencia, tanto en el hogar, como en los centros de trabajo, incluso en la calle. Entre los participantes de la más reciente edición estuvieron tanto estudiantes como trabajadores del sector salud y hubo otros perfiles, como guías de turistas o empleados de tiendas departamentales.
Más allá de la enseñanza de técnicas específicas para atender fracturas o lesiones, Luna Bojórquez señaló que el principal fundamento en este tipo de cursos es que los participantes sepan que las emergencias se atienden incluso antes de intervenir directamente con la víctima. Insistió en que llamar a los números de emergencia y el uso de equipo como guantes o cubrebocas, también es importante, así como evitar involucrarse en escenarios que puedan poner en peligro más de una vida.
“Lo primero que se hace al atender una emergencia es reconocer de qué tipo es. Una vez que se reconoce, vamos a activar el Servicio Médico de Urgencia, es decir contactar al personal de emergencias para después iniciar con el soporte vital básico, tomando en cuenta las prioridades como frenar el sangrado, liberar vías respiratorias o ayudar a alguien que quedó inconsciente”, añadió la socorrista. En este sentido, la Cruz Roja mantiene una agenda constante para que más personas se sumen y aprendan. Además de información teórica, los participantes realizan ensayos y demostraciones, así como un reconocimiento que avala lo aprendido.