
Para esta temporada de langosta esperan llegar a 800 toneladas, superando las 600 toneladas obtenidas en el período de captura pasado, lo que podría traer grandes beneficios para el sector pesquero considerando que las ventas generan un valor de entre 160 y 300 millones de pesos aproximadamente, situándose Yucatán en el tercer lugar de exportación nacional, de acuerdo con una estimación de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca).
Ayer por la mañana, el titular de la Representación Estatal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Carlos Berlín Montero, recordó que al menos 2 mil buzos trabajarán en la captura de langosta, aunque el impacto social puede alcanzar hasta 3 mil 500 personas trabajadoras relacionados indirectamente con esta especie, una de las más rentables del sector pesquero yucateco, especialmente en comunidades costeras como Celestún, Dzilam de Bravo, Progreso y El Cuyo.
Explicó que la producción abastece las zonas turísticas de Cancún, Isla Mujeres y la Riviera Maya, pero la mayor parte se exporta a Estados Unidos, la Unión Europea (Francia, Italia, Bélgica, Inglaterra), Hong Kong, Vietnam, China y Japón.
Durante su discurso, Berlín Montero señaló que del 1 de julio de 2025 al 28 de febrero de 2026 estará vigente la captura de langosta en Yucatán, luego de que el pasado 30 de junio se concluyó el período de veda para fomentar la sustentabilidad de la especie.
Indicó que los datos de Conapesca muestran que, en la temporada anterior, fueron capturadas poco más de 600 toneladas de la langosta espinosa del Caribe. Desde hace al menos cinco años, la meta de captura se fijó en 700 toneladas y ésta podría llegar hasta 800 t. este período.
Normativa
Asimismo, indicó que para permitir el crecimiento natural de la especie, la normativa de la Carta Nacional Pesquera prohíbe capturar langosta de tallas menores a los 13.5 centímetros de longitud del caparazón, lo que garantiza que la especie alcance la madurez sexual, por lo que invitó a los buzos a respetar esta disposición para que la langosta tenga tiempo de desarrollarse y no se incurra en la sobreexplotación del crustáceo.