
Con determinación y unidad, los habitantes de la comisaría de Dzitnup, municipio de Valladolid, se levantaron en protesta contra Grupo Alves, la empresa que por años monopolizó los cenotes Xkekén y Samulá.
El comisario municipal, Baldomero Poot Moo, confirmó que el pasado 21 de septiembre los pobladores acudieron a los paradores turísticos para retomarlos, en un acto pacífico que consideran justo.
“Recuperamos lo que es nuestro, porque desde 1904 estas tierras pertenecen al pueblo. No vamos a devolverlas al Gobierno, pero estamos abiertos al diálogo”, declaró el comisario, al recordar que sus abuelos y padres han trabajado por generaciones en la conservación y promoción de estos espacios.
Años de gestión y de promesas incumplidas
La inconformidad viene de tiempo atrás. Desde 2009, durante la administración de Ivonne Ortega Pacheco, los cenotes quedaron bajo el manejo del Patronato Cultur, y más tarde fueron concesionados por 20 años a Grupo Alves durante el gobierno de Mauricio Vila Dosal, a través del Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY).

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Para los pobladores de la comisaría, esto significó la pérdida de control sobre un patrimonio que consideran parte de su identidad.
Poot Moo denunció que la empresa no sólo retiró apoyos en educación, salud y empleo, sino que además ejerció maltratos hacia la comunidad. “Siempre dicen que no hay dinero, pero los cenotes están llenos de visitantes. La gente se prepara, estudia para trabajar ahí, y los hacen a un lado con tratos discriminatorios”, lamentó.
Temor a represalias y exigencia de certeza legal
El comisario relató que Grupo Alves amenazó con demandar a quienes participaron en la protesta, pese a que el movimiento se mantuvo pacífico. Incluso, acusó que el presidente municipal de Valladolid, Homero Novelo Burgos, fue notificado con anticipación de la acción colectiva.

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Los habitantes piden ahora al Gobierno del Estado un documento legal que los ampare ante cualquier intento de despojo. “No vamos a permitir que particulares consentidos por el gobierno vuelvan a adueñarse de nuestras tierras”, aseguró Poot Moo.
La lucha de Dzitnup, enfatizó el comisario, no se trata sólo de recuperar los cenotes, sino también de asegurar que los beneficios lleguen a toda la comunidad. Los ingresos, afirmó, se destinarán a mejorar escuelas, acercar servicios de salud y garantizar apoyos sociales. “Son recursos para las nuevas generaciones, no para enriquecer a unos cuantos”, sentenció.