En la calle 50 - A, situada a espaldas de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, templo que forma parte del barrio meridano de San Cristóbal, localizado en pleno corazón de la capital yucateca, Mercedes León Soberanes y su pareja, Ángel Núñez Medina, ambos originarios de Homún, narraron para POR ESTO!, las dificultades que enfrentaron durante su peregrinar a la Ciudad de México en el marco del 12 de diciembre.
Sentada sobre su hamaca, Mercedes contó que año con año emprenden el tradicional viaje para llegar a la Basílica de Guadalupe, hecho motivado por su devoción hacia la Morenita del Tepeyac. Reveló, que a diferencia de otros tiempos, las personas ya no expresan el mismo respeto por los feligreses y que, junto a su pareja, ha enfrentado malas actitudes y rechazo por parte de automovilistas y encargados de establecimientos.
En Homún, la capital de los cenotes, Ángel es maestro albañil, mientras que Mercedes se dedica a la industria turística, además de vender productos y reunir botellas, lo que le permite ganar un ingreso extra y llevar el pan a la mesa. "Gracias a ella salí de donde estoy, en la pobreza, y gracias a la virgencita tengo salud, mis hijos también, mis nietos también y vivimos feliz", comentó la mujer con una sonrisa pintada en el rostro.
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Este jueves culminará su larga travesía
Cercanos a concluir su extenuante travesía, la pareja, quien pasó la noche en su hamaca, aseveró que a pesar del refrescamiento de las temperaturas producto del Frente Frío Número 19, no padecieron frío durante la madrugada. Contaron que será este jueves 11 de diciembre, cuando retornen a su lugar de origen para dar por finalizado un recorrido, que a pesar de resultar agotador, fortaleció su fe y devoción.
El siguiente año viajarán a Honduras
Ángel Núñez solicitó que su motocicleta, vehículo que los acompaña y traslada en cada peregrinaje, fuera fotografiado, ya que desde hace 18 años los ha transportado por las carreteras del país. En 2026 no será la excepción, ya que como parte de una nueva manda (promesa voluntaria), los dos viajarán hasta Honduras, nación centroamericana ubicada a más de mil kilómetros del territorio yucateco.
Lamentan la falta de apoyo
Además de lamentar, la falta de empatía por parte de conductores en diversas vías, y el rechazo del personal de establecimientos, Mercedes añadió que es triste que algunas parroquias, en distintos estados, le cierren las puertas a los guadalupanos, que solamente buscan un espacio para pasar la noche. "La verdad ya no hay respeto, ya los padres, las parroquias, ya es un negocio para ellos, ya no nos reciben como antes, te cierran las puertas" acusó.
Por otro lado, celebró que algunos templos sí les abrieron las puertas, además de gente que facilitó apoyo, según comentó. "Antes sí había mucho respeto por eso y hoy no, la tradición ya la están perdiendo, la verdad, yo digo, hasta la fe ya están perdiendo, pero qué pena, porque gracias a ella seguimos en pie, pues nosotros lo que queremos es que no pierdan esa fe, que sigan la tradición" declaró la devota.