A ocho años de haber sido retiradas del estacionamiento central del mercado principal 'Pedro Sáinz de Baranda', bajo el argumento de que su presencia “daba mala imagen”, trabajadoras sexuales que fueron reubicadas a la calle Costa Rica por Avenida Circuito Baluartes denunciaron que hoy enfrentan hostigamiento, humillaciones y agresiones por parte de una empresaria de la zona, quien —acusan— “se siente dueña de la banqueta”, por lo que pidieron la intervención urgente de la Alcaldía de Campeche.
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El reclamo no surge desde el enojo, sino desde el cansancio. Paradas a la orilla de la calle, en el mismo sitio que el ayuntamiento les permitió ocupar desde hace casi una década, las mujeres relatan que diariamente les arrojan basura, residuos con excremento e incluso ratas muertas en estado de descomposición, con la intención de ahuyentarlas y evitar que permanezcan en el lugar donde ejercen su trabajo.
Fabiola “N”, una de las afectadas, explicó que esta situación se ha vuelto insostenible: “Aquí es donde el gobierno nos mandó hace muchos años. Nos quitaron del estacionamiento del mercado y nos pasaron para acá. Ahora resulta que la señora del negocio nos tira basura, excremento y hasta ratas muertas para que no nos paremos”, denunció.
Recordó que la reubicación ocurrió hace aproximadamente ocho años, cuando las autoridades argumentaron que por el estacionamiento transitaban familias.
No obstante, subrayó que en la calle Costa Rica también transitan familias y que, aun así, ellas no molestan ni ofenden a nadie: “Nosotros estamos bien aquí. El problema es que la señora se molesta porque nos paramos en un espacio que el municipio nos permitió usar”, afirmó.
Fabiola “N” destacó que la mayoría de las mujeres son madres de familia, con hijos que estudian en la universidad, la preparatoria o la secundaria, y que muchas carecen de estudios y oportunidades laborales bien remuneradas: “Ejercemos este trabajo porque es con lo que llevamos el sustento a nuestras casas. No le faltamos el respeto a nadie y también merecemos respeto”, expresó.
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Además del hostigamiento, reprochó el abandono del gobierno, al señalar que no reciben apoyo del municipio ni del sector salud, como programas preventivos o insumos básicos: “No nos voltean a ver, no nos apoyan en nada”, dijo.
Finalmente, las trabajadoras hicieron un llamado al Ayuntamiento de Campeche para que intervenga, garantice su derecho a trabajar sin agresiones y ponga un alto a los abusos: “Que nos tomen en cuenta, que no permitan que alguien se crea dueña de la banqueta. Sí existimos, y también somos mujeres y madres de familia”, concluyó.
JGH