
Locatarios del mercado municipal de Bécal denunciaron los fuertes olores fétidos que provienen de un sumidero desfondado ubicado en la parte trasera del principal centro de abasto de la comunidad. Según testimonios, el problema se originó hace varios días, presuntamente cuando un camión recolector de basura pasó sobre la tapa de la fosa, lo que provocó su colapso.
Este sumidero se ha convertido en un foco de infección, afectando a más de 50 locatarios de distintos giros alimenticios, quienes diariamente reciben a familias para comercializar sus productos. Sin embargo, deben soportar los hedores constantes, los cuales se intensifican con el calor del sol y el viento, incrementando el riesgo de contaminación ambiental y alimentaria.

A pesar de que el problema persiste desde hace más de un mes, hasta el momento la alcaldesa Rubí Quino no ha acudido al lugar para conocer de primera mano la situación, que se agrava por la proximidad de los puestos de venta de alimentos con el sumidero desfondado, ubicado a apenas cinco metros.

Según comerciantes, la reparación de la tapa no representa un gran reto, ya que no es de gran tamaño y personal de Servicios Públicos podría encargarse de la rehabilitación para evitar mayores afectaciones.
Finalmente, las locatarias hicieron un llamado a las autoridades de salud y medio ambiente para verificar el estado del sumidero, señalando que representa un peligro directo para quienes venden alimentos, desayunos, carnes y otros productos comestibles en este mercado tan importante para Bécal.
JGH