
Tras el anuncio del nuevo plan de rescate financiero de Petróleos Mexicanos (PEMEX), que contempla una inyección de 250 mil millones de pesos por parte de la Secretaría de Hacienda para el ejercicio 2025 y 2026, proveedores de todo el país —incluyendo Campeche— expresaron su preocupación por la deuda acumulada correspondiente a 2024, la cual no fue abordada por el director general, Víctor Rodríguez Padilla.
A decir de Gonzalo Hernández Pérez, vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial de Ciudad del Carmen, dijo ver con escepticismo los anuncios, señalando que los pasivos actuales rebasan ampliamente las medidas planteadas.
El nuevo plan, presentado en conjunto con la Secretaría de Energía, Hacienda y directivos de PEMEX, plantea un saneamiento gradual de la paraestatal entre 2025 y 2035, asegurando que para 2027 la empresa podrá "navegar sola" sin apoyo extraordinario del Gobierno Federal.

En entrevista, el también presidente del Clúster de Energía de Campeche, dijo que está bien que quieran salvar a PEMEX, pero ¿qué pasa con lo de 2024?, porque la deuda ya está ahí, ya afectó a miles de empresas, especialmente a las más pequeñas que no tienen cómo sostenerse ni litigar con grandes despachos para cobrar.
La deuda total con proveedores ronda los 400 mil millones de pesos, de los cuales una gran parte pertenece a servicios prestados durante 2024, año que fue excluido del plan de rescate anunciado, lo que sin duda les ha dejado más incertidumbre de la que ya existía, dijo.
“Pese al discurso optimista, la falta de claridad sobre la deuda de 2024 nos mantiene en alerta, especialmente en estados como Campeche y Carmen, donde la crisis económica se ha intensificado por los pagos pendientes. Hay temor de que el año 2024 se ‘perdone’ o se deje sin saldar, eso sería un golpe definitivo para muchas empresas pequeñas que ya están al borde del colapso”, señaló.
De mantenerse la omisión en la estrategia oficial, Hernández Pérez reconoció que no se descartan movilizaciones, paros simbólicos o incluso toma de instalaciones petroleras, como ha ocurrido en años anteriores en estados petroleros del sureste.

“ES UN ALIENTO, PERO NO UNA SOLUCIÓN”
Aseguró que el objetivo es reducir el gasto administrativo de PEMEX, recortando viáticos, viajes internacionales, uso de hoteles y privilegios en pensiones, además de destinar mayor presupuesto a mantenimiento, exploración y producción, lo que para el empresariado con dudas podría ser una “bocanada de aire” en momentos de angustia.
“Lo que envía el Gobierno Federal es un mensaje de esperanza para que no se descontrole la situación. Pero mientras tanto, hay una cadena de deuda que sigue creciendo”, comentó, al referir que el plan incluye una auditoría a las pensiones elevadas de funcionarios retirados, y se prevé reducir el gasto administrativo total por debajo del 40 por ciento del presupuesto operativo de la paraestatal.
Finalmente, recalcó que el rescate no debe enfocarse solo en lo que vendrá, sino también en resarcir a quienes ya cumplieron contratos y siguen esperando pago:
“Está bien hablar del futuro, pero no pueden construir sobre un pasado que siguen ignorando. El rescate debe incluirnos a todos”, concluyó.