MANAGUA, Nicaragua, 15 de enero (EFE).- El superintendente de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif), Víctor Urcuyo, renunció a su cargo, informó hoy la Asamblea Nacional (parlamento) de Nicaragua, que este martes aceptó su decisión.
Urcuyo, quien ocupaba el cargo desde 2004, es uno de los funcionarios de más alto rango del Gobierno de Nicaragua en renunciar a su cargo, tras el estallido social de abril pasado, en que el presidente Daniel Ortega ha sido señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como responsable de crímenes “de lesa humanidad”.
Urcuyo ya había puesto su renuncia ante la Asamblea Nacional nicaragüense desde diciembre pasado, pero ninguna fuente confirmó su decisión hasta que la misma fue oficializada en el hemiciclo parlamentario.
La renuncia de Urcuyo se da en medio de la peor crisis económica de Nicaragua en décadas, pues los cálculos preliminares indican que el país tuvo una contracción de 4 puntos porcentuales en 2018, tras haber apuntado a un crecimiento del 4.5 a 5 por ciento antes del estallido social, y las proyecciones de 2019 son igual de negativas.
La Asamblea Nacional aceptó de forma unánime la renuncia de Urcuyo, quien alegó razones de salud.
Nicaragua atraviesa una crisis que ha dejado entre 325 y 545 muertos desde el 18 de abril pasado, así como 340 a 674 detenidos, cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio, tras participar en protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, según organismos humanitarios.
Nicaragüenses prefieren elecciones anticipadas
La mayoría de personas en Nicaragua prefiere elecciones anticipadas antes de un diálogo nacional, para superar la grave crisis local, según una encuesta divulgada hoy en el país centroamericano.
De acuerdo con la encuesta realizada por Cid Gallup, el 49 por ciento prefiere que se adelanten las elecciones programadas para 2021, frente a un 35 por ciento que confía en que un diálogo entre la sociedad civil y el presidente Daniel Ortega, solucionará la crisis.
En caso de haber elecciones anticipadas, el 54 por ciento de los 1,189 entrevistados dijo no tener preferencia por ningún personaje para que sea investido como nuevo presidente de Nicaragua, y un 14 por ciento prefirió no responder.