
Vecinos de la Supermanzana 211 reportaron un deficiente servicio de agua potable, lo que ha obligado a algunos a perforar pozos para abastecerse, mientras que otros recurren a colocar cubetas durante días para captarla en los escasos minutos en que llega a la zona.
Durante un recorrido por la Supermanzana 211, se observó que varios patios están llenos de cubetas y contenedores de distintos tamaños, algunos apilados para almacenar la poca agua disponible. En diversas viviendas hay bombas conectadas a pequeños tinacos, y los vecinos señalaron que deben trasladar el agua manualmente varias veces al día para poder cubrir sus necesidades básicas.

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Muchos tinacos estaban semivacíos, por lo que los habitantes improvisan depósitos adicionales con cubetas y tambos de plástico, intentando aprovechar cada gota. Algunos vecinos mencionaron que incluso los niños colaboran en esta tarea, cargando cubetas dentro de sus casas para contribuir al abastecimiento.
A pesar de los constantes reportes a Aguakan, aseguraron que no han recibido soluciones ni explicaciones claras. La empresa ha atribuido las fallas a trabajos de mantenimiento en la línea y a problemas con los equipos, pero el suministro continúa siendo irregular o se limita a solo unos minutos al día.
En varias calles se observó que los residentes organizan horarios para activar las bombas y llenar sus depósitos, con el objetivo de reunir suficiente agua para cocinar, limpiar y bañarse. Esta rutina se ha vuelto imprescindible, ya que sin ella, afirmaron, la vida cotidiana se ve seriamente afectada.

Los habitantes señalaron que la falta de agua ha modificado sus hábitos. Algunos programan actividades domésticas como la limpieza o la preparación de alimentos únicamente cuando logran llenar sus tinacos, mientras que otros deben racionar el agua almacenada para que les dure varias horas.
También se constató que los vecinos se coordinan para avisarse cuando el suministro se restablece, y algunos prestan sus bombas a otras casas cercanas, como forma de apoyo comunitario. Estas acciones reflejan las adaptaciones forzadas que la población ha tenido que implementar ante la ausencia del servicio.
La frustración de los vecinos es evidente. Aseguran sentirse ignorados por Aguakan, ya que pese a los múltiples reportes no se ha presentado ningún plan de mantenimiento ni una solución definitiva que garantice el suministro.
La falta de agua afecta desde las tareas básicas del hogar hasta la higiene personal. Los residentes señalaron que cada día es más complicado cumplir con las actividades diarias, mientras la Supermanzana 211 permanece en una situación de desabasto constante.
Algunos expresaron su cansancio por tener que depender de pozos, bombas y cubetas, mientras que la empresa encargada del servicio no ofrece una atención efectiva ni garantiza un suministro mínimo, dejando a la zona con un problema que se repite sin una solución visible.