El proceso electoral en Honduras entra en una fase decisiva. El candidato presidencial del Partido Nacional, Nasry “Tito” Asfura, se mantiene al frente de los resultados preliminares de las elecciones generales, con una ventaja estrecha frente a sus principales contendientes, de acuerdo con los datos más recientes del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Con casi la totalidad de las actas contabilizadas, Asfura conserva el primer lugar con poco más del 40 por ciento de los votos, seguido muy de cerca por el aspirante del Partido Liberal, Salvador Nasralla, mientras que en tercera posición se ubica Rixi Moncada, candidata del partido oficialista Libertad y Refundación (Libre).
Escrutinio especial avanza entre retrasos y tensiones
El CNE continúa con el escrutinio especial de más de dos mil actas que presentaron inconsistencias durante el conteo inicial.
Aunque el proceso debía arrancar días antes, comenzó con retraso y ha avanzado de forma lenta, debido a obstáculos técnicos y desacuerdos políticos entre los representantes de los tres principales partidos.
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El conteo extraordinario incluso fue suspendido durante varias horas, lo que incrementó la incertidumbre y alimentó las denuncias de presunto fraude lanzadas por Nasralla y Moncada. Pese a ello, la autoridad electoral reanudó el proceso y mantiene el compromiso de concluirlo dentro del plazo legal.
Ventaja cerrada y presión sobre el CNE
La diferencia entre el primer y segundo lugar es mínima, lo que mantiene en vilo a la clase política hondureña y a la ciudadanía.
Asfura, quien ha recibido respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conserva una ventaja de apenas unas décimas porcentuales, lo que vuelve crucial cada acta pendiente por revisar.
A esta presión se suman las denuncias internas dentro del propio CNE. Las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López han acusado al consejero oficialista Marlon Ochoa de amenazas e insultos, en un contexto de alta polarización institucional.
Riesgo de crisis política si no hay resultados oficiales
El CNE tiene como fecha límite para declarar los resultados oficiales el 30 de diciembre. De no cumplirse este plazo, el conflicto podría trasladarse al Congreso Nacional, actualmente dividido y con un funcionamiento irregular, tras la instalación de una Comisión Permanente impulsada por el oficialismo y rechazada por sectores de oposición.
Este escenario ha encendido alertas sobre una posible crisis política, en un país que celebra uno de los procesos electorales más complejos desde su retorno al orden constitucional.
Una elección clave para el futuro de Honduras
Los comicios definieron no solo la sucesión de la presidenta Xiomara Castro, sino también la integración del Congreso, autoridades municipales y designados presidenciales. En un país marcado por la polarización, el resultado final será determinante para la estabilidad política y el rumbo institucional de Honduras en los próximos años.
Mientras tanto, la atención permanece centrada en el escrutinio especial, donde cada voto cuenta y cualquier retraso aumenta la tensión en el escenario nacional.
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