
El Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas (DSHS) anunció el fin del brote de sarampión que se extendió en el oeste del estado desde enero de 2025.
Tras 42 días sin nuevos contagios, el brote fue declarado concluido, ya que este periodo equivale al doble del máximo tiempo de incubación del virus.
De acuerdo con el reporte oficial, el brote acumuló 762 casos confirmados, de los cuales dos tercios correspondieron a menores de edad.
Al menos 99 pacientes tuvieron que ser hospitalizados y dos niños fallecieron. Ambos no habían recibido la vacuna y no presentaban enfermedades previas.
Sarampión en América en aumento
Aunque la emergencia en Texas terminó, las autoridades advirtieron que persisten brotes activos en otras zonas del continente.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los casos de sarampión en América ya superan los 10 mil en 2025, lo que representa un aumento de 34 veces respecto al mismo periodo de 2024.
Los países con más contagios son Canadá, con cuatro mil 548 casos; México, con cuatro mil seis; y Estados Unidos, con mil 356, la cifra más alta registrada en este país en más de tres décadas.
La importancia de la vacunación
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede causar complicaciones graves como neumonía, encefalitis e incluso la muerte. Se transmite principalmente por vía aérea, cuando una persona infectada tose o estornuda.
Las autoridades sanitarias de Texas reiteraron que la medida más efectiva de prevención es la vacunación con dos dosis de la vacuna triple viral (MMR), que brinda una protección superior al 97 por ciento. La primera debe aplicarse entre los 12 y 15 meses de edad y la segunda entre los 4 y 6 años.
Con el fin del brote en Texas, la alerta se mantiene a nivel continental, con un llamado urgente a reforzar la vacunación para evitar nuevos repuntes de esta enfermedad.
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