
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, explicó que el Cártel de Sinaloa nunca ha tenido un líder absoluto, sino que funciona con distintas cabezas que controlan ramas independientes.
Entre los principales jefes históricos, mencionó a Ismael “Mayo” Zambada, Joaquín “Chapo” Guzmán, Los Chapitos (hijos del Chapo), Aureliano Guzmán “El Guano” y Fausto “Chapo” Isidro.
“Todavía hay células y líderes delictivos muy importantes que tienen que ser detenidos. No se puede hablar de un cártel terminado”, subrayó.
Una organización mermada pero activa
García Harfuch reconoció que la organización criminal se encuentra mermada debido a los recientes operativos federales y al conflicto interno derivado de la captura en Estados Unidos de Ismael Zambada y Joaquín Guzmán López en julio de 2024.
Aun así, enfatizó que varias facciones continúan operando y representan una amenaza para la seguridad en la región.

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Guerra interna: Los Mayos vs. Los Chapitos
El funcionario recordó que la pugna entre Los Mayos y Los Chapitos ha desatado una ola de violencia en Sinaloa desde septiembre de 2024.
De acuerdo con cifras oficiales, este enfrentamiento ha dejado más de mil 700 muertos en menos de un año, convirtiéndose en uno de los conflictos criminales más sangrientos en la historia reciente del estado.
Estrategia federal en Sinaloa
Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reiteró su compromiso de pacificar Sinaloa en los próximos meses. Para ello, se han desplegado fuerzas federales que realizan operativos estratégicos en municipios clave con el fin de frenar la violencia y detener a los principales generadores de inseguridad.
El Gobierno federal asegura que continuará el trabajo de inteligencia y coordinación interinstitucional hasta desarticular las células que mantienen en crisis a la entidad.
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