El narcotraficante Joaquín Guzmán López, conocido como “El Güero” e hijo del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, confesó ante una corte federal de Chicago su participación en el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa.
Además, se declaró culpable de delitos de narcotráfico y crimen organizado, como parte de un proceso judicial en Estados Unidos.
Durante su comparecencia en la Corte de Distrito para el Norte de Illinois, Guzmán López narró cómo se planeó y ejecutó la operación para entregar a Zambada a las autoridades estadounidenses, un episodio que coincide con declaraciones previas del propio “Mayo”.
Así fue el secuestro de “El Mayo” según Guzmán López
En su testimonio, “El Güero” detalló que Zambada fue citado con engaños en un inmueble, donde lo condujeron a una habitación con un gran ventanal. Por ahí, ingresaron varios hombres armados que lo esposaron, cubrieron su cabeza y lo sacaron por la ventana para trasladarlo hasta una camioneta.
Posteriormente, lo llevaron a una pista de aterrizaje cercana, donde aguardaba una aeronave privada. Guzmán López abordó el vuelo junto con Zambada y un piloto. Durante el trayecto, el hijo de “El Chapo” preparó una bebida con sedantes, de la cual también bebió una pequeña cantidad.
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El avión aterrizó en Nuevo México, donde fueron interceptados por agentes estadounidenses que arrestaron a los tres ocupantes.
Coincidencia con el relato de “El Mayo” Zambada
Lo expuesto por Guzmán López ante la corte coincide con la versión ofrecida por “El Mayo” Zambada, quien tiempo atrás relató que fue engañado para asistir a una supuesta reunión en Culiacán con políticos locales y otros líderes criminales.
Zambada reconoció haber visto a hombres armados, pero pensó que eran parte del equipo de seguridad de los hijos de “El Chapo”, por lo que no sospechó del engaño.
La confesión de Guzmán López marca un punto crucial en el caso judicial que Estados Unidos mantiene contra “Los Chapitos”, y podría derivar en una colaboración directa con las autoridades estadounidenses a cambio de una reducción en su condena.
Con este testimonio, la justicia norteamericana refuerza su ofensiva contra el Cártel de Sinaloa, mientras continúa la investigación por el tráfico de fentanilo y otras drogas hacia su territorio.
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