Dueños o concesionarios de gasolinerías violan la Ley Federal del Trabajo al pagarles menos del salario mínimo a sus empleados, dieron a conocer despachadores.
Félix, de 25 años, empezó a trabajar en una estación hace cuatro semanas. Despacha combustible y, si lo pide el cliente, revisa la presión del aire de las llantas, limpia el parabrisas o verifica los niveles de aceite y líquido de freno del coche que le toca atender.
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Tiene una jornada de ocho horas, seis veces por semana, y desde hace casi 30 días sólo recibe un pago menor al salario mínimo por parte de la empresa. Si el usuario está “de buenas”, puede recibir una propina de entre uno a 20 pesos, en el mejor de los casos.
“En un buen día he llegado a juntar unos 200 pesos, aproximadamente”, relató durante un descanso cerca de su fuente laboral. En su trabajo no le han dicho cuánto tiempo más permanecerá en esa situación, pero que “cuando sea contratado”, tendrá un mejor salario y prestaciones estipuladas por la Ley.
Despachadores aseguraron que sobreviven “gracias a las propinas”, pues sus sueldos no alcanzan el mínimo, al ser de sólo de 240 pesos diarios y no de 278.80 que establece la Comisión Nacional de Salarios en Quintana Roo.
Así como Félix, cientos de personas son contratadas en alguna de las 201 estaciones que operan en el estado, de acuerdo con el reciente censo de la Procuraría Federal del Consumidor (Profeco).
En otra estación, ubicada en la avenida Chichén Itzá, Claudia, aseguró que su ingreso es sólo de las propinas que recibe diariamente. “En una buena jornada alcanzo hasta los 250 pesos. Esta es una gasolinera con mucho tráfico y vienen a cargar bastantes vehículos de transporte turístico. Es una buena alternativa para propinas”, expresó.
Mientras que el responsable de la estación aseguró que los 35 trabajadores, que cubren tres turnos, tienen el sueldo que estipula la Comisión Nacional de Salario Mínimos que como gasolinero (a), oficial es de 288.83 pesos.
De acuerdo con una propuesta ingresada en la Cámara de Diputados, son más de dos millones de personas en México que trabajan bajo un esquema de ingresos por propina. Por ello se pretende una reforma a la Ley Federal para proteger a empleados de sectores como restaurantes, bares, casas de asistencia, hoteles y estaciones de servicio, entre otros.
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Con la reforma, obligarían a los negocios a garantizar un salario base que no podrá ser inferior al mínimo legal, ni ser sustituido por propinas o gratificaciones voluntarias. La iniciativa también plantea un reparto equitativo, excluyendo a las gasolinerías, salvo que los clientes las entreguen directamente al trabajador.
Asimismo, los empleadores no podrán apropiarse de las gratificaciones ni tener participación alguna en su gestión. Deberán ser distribuidas directamente por los trabajadores, tomando en cuenta su tiempo y actividades desempeñadas, establece uno de los artículos de la propuesta actualmente en revisión por el Senado.