
El Fideicomiso de Fomento para la Actividad Turística de Quintana Roo (Foatqroo), que está remodelando 42 paraderos de autobuses en la zona hotelera de Cancún y que es el organismo responsable de garantizar buena imagen y “cuidar” al destino, vierte desperdicios y basura a la laguna Nichupté.
En un recorrido realizado por POR ESTO!, se observó que en el kilómetro 8, frente a una plaza comercial decadente, trabajadores contratados por el Foatqroo tienen en marcha la remodelación de paraderos del lado de la laguna, donde hay un sinfín de botes de pintura, de impermeabilizantes, bolsas y residuos de cemento, entre otros materiales en el manto acuífero.

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Alejandro Pérez, del área operativa del Foatqroo, reconoció que la basura en la zona es de los trabajadores que realizan la remodelación de los paraderos a lo largo del boulevard Kukulcán.
De acuerdo a especialistas entre ellos biólogos y defensores del medio ambiente, la Laguna Nichupté en Cancún enfrenta serios problemas de contaminación debido al desarrollo hotelero, el tráfico de embarcaciones y la acumulación de residuos.
La Laguna Nichupté, ubicada en el corazón de la zona hotelera de Cancún, no solo es un atractivo turístico de primer nivel, sino también un ecosistema vital para la salud ambiental de Quintana Roo. Con más de 3,000 hectáreas de cuerpos de agua interconectados -incluyendo la laguna del Amor, la laguna Bojórquez y la laguna San José- este sistema lagunar alberga manglares, peces, aves migratorias, reptiles y una diversidad biológica que sostiene el equilibrio ecológico de la región.
La laguna actúa como barrera natural contra huracanes, regula el clima local y filtra contaminantes antes de que lleguen al mar Caribe. Sus manglares, considerados uno de los ecosistemas más productivos del planeta, capturan carbono, protegen la costa de la erosión y sirven de criadero para especies marinas clave en la cadena alimenticia.