
El voraz incendio forestal que inició hace más de una semana en la zona conocida como La Ensenada, dentro del Área Natural Protegida Yum Balam, ha consumido unas 500 hectáreas de vegetación, el más reciente reporte oficial de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) de este 31 de agosto, el siniestro ha alcanzado un 100 por ciento de control y un 90 por ciento de liquidación.
Las llamas, que comenzaron el 22 de agosto, se propagaron rápidamente debido a los fuertes vientos y la difícil accesibilidad del terreno, de acuerdo con testimonios de los habitantes de la isla, la respuesta de las autoridades fue tardía, ya que el combate del fuego inició dos días después de su comienzo, lo que permitió que se agravara la situación, esta lentitud en la reacción ha generado frustración y preocupación entre la comunidad local.

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Desde el domingo 24 que ingresaron las combatientes, hasta este domingo 31 de agosto han sido 8 días de intenso combate, en el que el fuego pareció salirse de las manos, hasta que una ayuda divina, la presencia de precipitaciones pluviales, llego para darles el control de la situación y frenar la devastación.
Aunque las lluvias registradas este fin de semana han sido de gran ayuda para sofocar una gran parte del incendio, no han sido suficientes para extinguirlo por completo, este domingo, un equipo de 49 combatientes se encontraba en la zona trabajando arduamente para liquidar los últimos focos de calor, según los datos actualizados en la plataforma de Conafor, ya que las instancias de Protección Civil no han emitido reportes oficiales sobre el estatus del siniestro.

Para los habitantes de la isla de Holbox, aún persisten varias interrogantes entre la población: la principal es si el incendio fue provocado, además, se preguntan cuánto tiempo tardarán en recuperarse las 500 hectáreas afectadas y cuál será el impacto real en el frágil ecosistema de Yum Balam.
La magnitud del daño ecológico aún no ha sido evaluada de manera oficial, lo que aumenta la incertidumbre sobre el futuro de esta importante reserva natural, la devastación de 500 hectáreas en esta área protegida es un golpe significativo para la biodiversidad local, hogar de especies en peligro de extinción y un ecosistema crucial para la región.
Los habitantes señalan que la recuperación podría tardar años o incluso décadas, dependiendo de la intensidad del fuego y las especies de flora y fauna afectadas, mientras tanto, los quejosos se mantienen vigilantes y a la espera de respuestas claras sobre las causas y las consecuencias a largo plazo de esta catástrofe ambiental.