La madrugada de este jueves se registró un hecho violento en la Región 227 de Cancún, donde la fachada de un inmueble resultó dañada por disparos de arma de fuego. El ataque, ocurrido sobre la calle Río Hondo, generó una inmediata movilización de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Según los primeros informes, alrededor de la medianoche se escucharon al menos dos detonaciones en la zona. Vecinos relataron que los estruendos interrumpieron el silencio de la madrugada y, temiendo lo peor, decidieron llamar de inmediato al número de emergencias 911 para solicitar apoyo.
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Cuando las patrullas llegaron al lugar, los uniformados confirmaron que el inmueble presentaba daños por proyectil de arma de fuego. Afortunadamente, no hubo personas lesionadas ni fue necesario solicitar la presencia de paramédicos, quedando todo en daños materiales.
Agentes de la Policía Municipal procedieron a acordonar el área y desplegar un operativo de búsqueda en calles aledañas, aunque hasta el momento no se ha informado de personas detenidas relacionadas con el ataque.
Por su parte, personal de la Fiscalía General del Estado acudió a la vivienda afectada para iniciar las investigaciones. Entre las diligencias se realizó el levantamiento de casquillos y la recopilación de testimonios que ayuden a esclarecer los hechos. Los peritos especializados analizarán los indicios para determinar el tipo de arma utilizada y posibles vínculos con otros casos en la ciudad.
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Habitantes de la zona expresaron su preocupación por la creciente violencia que se vive en distintas regiones de Cancún. Señalaron que en los últimos meses se han escuchado con mayor frecuencia disparos durante la noche, lo que ha generado un ambiente de temor entre las familias. “Dormimos intranquilos porque no sabemos en qué momento una bala perdida pueda causar una tragedia”, comentó una vecina que pidió el anonimato.
Aunque las autoridades mantienen abierta la investigación, hasta ahora no se han revelado las posibles causas del ataque ni si el inmueble estaba relacionado con alguna actividad ilícita. La incertidumbre y el miedo se mantienen entre los colonos, quienes insisten en la necesidad de mayor presencia policial y vigilancia constante para prevenir nuevos episodios de violencia.