TIZIMIN, Yucatán, 20 de abril.- Espectacular lució el satélite natural de la tierra en el firmamento. La denominada Luna Rosa brillaba majestuosamente al iluminar el cielo y enmarcar la noche del Viernes Santo.
Así se denominó a la cuarta luna llena del año y la primera después del equinoccio de primavera porque coincide con el surgimiento del “musgo de color rosa” o la flor de tierra silvestre, la cual es característica de los principios de la primavera y es de color rosado, ya que en la antigüedad se acostumbraba ubicar las estaciones de acuerdo con el calendario lunar.
Por lo cual su nombre no hace alusión al color que adopta, sino a que los nativos americanos así nombraban a las lunas para que pudieran hacer un seguimiento de su programa de cosecha.
La próxima luna será la de las flores del 18 de mayo. Es así como Selene una vez más atrajo la atención de los habitantes que voltearon su mirada al cielo para disfrutar su esplendor, maravillados con su inigualable belleza.
(Luis Manuel Pech Sánchez)