Pese a las inclemencias meteorológicas que se han suscitado en Mérida, el clima cálido del Puerto de Progreso y sus comisarias llama a los turistas locales y nacionales a visitar la playa.
Sin embargo, la escasa afluencia de turistas extranjeros ha sorprendido a los comerciantes quienes aseguran que ahora las ventas dependen de los visitantes de la ciudad y de otros Estados.
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