Luego de seis semanas sin reportes de defunciones por probable dengue, Yucatán volvió a notificar una muerte durante la semana epidemiológica 42 (del 14 al 20 de octubre). Con ello, el balance estatal ascendió a 13 personas fallecidas: dos con diagnóstico confirmado por laboratorio, cuatro en estudio y siete descartadas.
La primera muerte confirmada se registró en la semana 17 (entre el 22 y el 28 de abril) y la segunda en la 28 (del 8 al 14 de julio). En ese momento el estado acumulaba cuatro defunciones en estudio y cuatro descartadas. Posteriormente, en la semana 29, se descartaron tres casos más y el conteo quedó en dos muertes confirmadas, una en análisis y siete descartadas.
El silencio epidemiológico se rompió en agosto, cuando Yucatán reportó una defunción bajo sospecha de dengue en la semana 34 (entre el 19 y el 25 de agosto) y otra en la 35 (26 de agosto-7 de septiembre). Sin embargo, la muerte registrada en octubre confirma que la amenaza no ha terminado.
Las consultas aumentan: un enfermo cada 39 minutos
El informe más reciente de la Secretaría de Salud (SSA) detalla que durante la semana 42 se reportaron 257 casos probables de dengue en Yucatán, un incremento de 3.6% respecto a los 248 casos de la semana anterior. En promedio, una persona acudió a consulta cada 39 minutos por síntomas compatibles con la enfermedad.
De esos 257 casos, siete fueron confirmados por laboratorio: uno de dengue no grave y seis con signos de alarma. En total, el estado acumula 3 mil 244 casos probables y 158 confirmados (68 no graves, 83 con signos de alarma y 7 graves). Estas cifras implican un aumento de 8.6% en casos probables y 4.6% en confirmados, en comparación con la semana anterior.
Especialistas advierten que el aumento sostenido de consultas médicas suele ser el primer síntoma de una transmisión activa. Aunque las cifras no marcan una epidemia generalizada, sí representan un foco de alerta que exige mantener vigilancia y la prevención comunitaria.
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Zonas de riesgo: Tekal y Sinanché
El mapa estatal ubica a Tekal de Venegas y Sinanché como zonas de epidemia, mientras que Dzemul y Chikindzonot figuran como áreas de alarma. Los restantes 102 municipios, entre ellos Mérida, siguen clasificados como “zonas seguras”.
Sin embargo, los expertos en salud pública advierten que esa condición puede cambiar rápidamente si el número de contagios continúa en ascenso o si las condiciones climáticas –temperatura, humedad y lluvias– favorecen la reproducción del mosquito Aedes aegypti.
Panorama nacional: 15 muertes en una semana
A nivel nacional, las defunciones por probable dengue aumentaron de 529 a 544 entre las semanas 41 y 42, lo que significa 15 muertes en siete días, una media de dos mexicanos fallecidos a diario.
En la Península de Yucatán, dos de esas muertes ocurrieron durante la misma semana: una en Yucatán y otra en Campeche. En total, 471 personas acudieron a consulta médica por síntomas de dengue, 67 al día en promedio. De ellas, siete fueron confirmadas con prueba de laboratorio, todas en Yucatán.
El comportamiento del dengue en México muestra una tendencia ascendente que se mantiene desde septiembre. En sólo un mes, las consultas médicas pasaron de 3 mil 020 a 5 mil 141 por semana, lo que equivale a 734 pacientes diarios. Los casos confirmados también subieron 7.3%, de 12 mil 738 a 13 mil 660.
El nuevo enemigo: un mosquito invasor
Mientras las autoridades tratan de contener los brotes de dengue, un hallazgo científico encendió las alarmas: la detección de Aedes vittatus, una especie de mosquito invasora capaz de transmitir arbovirus como dengue, zika y chikungunya.
La investigación “Establishment of Aedes vittatus in Mexico”, realizada por académicos de Yucatán, la Secretaría de Salud y la Universidad Emory de Estados Unidos, confirma que la especie ya se encuentra establecida localmente en la zona metropolitana de Mérida.
El 22 de julio pasado, una vigilancia de rutina contra la malaria detectó una hembra de esta especie. Semanas después, los investigadores encontraron 38 adultos (27 hembras y 11 machos) y 35 inmaduros (30 larvas y 5 pupas). De los 1,428 mosquitos recolectados, Aedes vittatus representó el 5.1%, comparado con Aedes aegypti (31.1 %) y Aedes albopictus(1.7%).
Este nuevo vector se reproduce en cavidades naturales y en contenedores artificiales, lo que aumenta su capacidad de adaptación urbana. Aunque no ha sido detectado en el interior de las viviendas, su presencia modifica la dinámica de transmisión de los arbovirus en la región.
Los investigadores coinciden en que su detección temprana es clave para reforzar la vigilancia nacional y la cooperación regional, antes de que se expanda hacia otras entidades del país.
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Un escudo urgente
Ante el repunte de casos y la aparición del nuevo mosquito, los especialistas coinciden en que la participación ciudadana es decisiva. Evitar recipientes con agua estancada, usar repelentes y mosquiteros, cubrir la piel durante las horas críticas y reportar zonas con acumulación de agua son medidas básicas pero efectivas.
Las campañas de descacharrización, la fumigación oportuna y la educación sanitaria también ayudan a contener el avance del mosquito. Además, los síntomas de alarma –fiebre alta, dolores intensos, vómitos o sangrados leves– deben atenderse de inmediato a fin de evitar las complicaciones.
Yucatán enfrenta un escenario complejo: las condiciones climáticas favorecen al vector, los casos vuelven a subir y un nuevo insecto entra en escena. Pero el control del dengue no depende solo de las autoridades: la solución empieza en cada patio y en cada casa.