
Con la bajada de la sagrada efigie del Cristo de la Exaltación en la comisaría de Sitilpech dieron comienzo las festividades religiosas en torno a esta especial devoción profesada tanto en la cabecera como en los pueblos de la región.
Con una misa solemne que se ofició ante la presencia de feligreses que abarrotaron el templo y su atrio, así como la alborada realizada en la noche entre el tronar de voladores y el repique alegre de las campanas, se anunció el inicio de esta fiesta en la cual se espera la llegada de miles de devotos.
Una parte medular de esta celebración son los gremios que son en total 25 y que han comenzado a desarrollarse en estos días como parte de las actividades propias de la bajada.
Sobre estas actividades, José Candelario Pech Ku, miembro del consejo parroquial, comentó: “Con la bajada del Santo Cristo comienza la fiesta tradicional de Sitilpech, que a diferencia de otros tantos pueblos de la región, en este lugar no se realizan corridas de toros ni vaquerías; sin embargo, estamos contentos porque los gremios que entran y salen de la iglesia son de los más grandes del lugar. Siempre viene gente de todos partes para mostrarle su devoción al milagroso Cristo mediante donaciones como parte de las promesas que se hacen para pedir por su protección”.
Se destacó que la bajada de la sagrada imagen del Cristo de la Exaltación fue realizada por un grupo de custodios, que cuidaron con todos los detalles del descenso de la efigie para después colocarlo en su altar localizado en el centro del presbiterio, donde permanecerá durante las festividades para recibir las muestras de cariño y profunda devoción de los feligreses de la región y visitantes.
En este evento tan importante estuvieron presentes peregrinos de Izamal, Tunkás, Tekal de Venegas, y otros pueblos cercanos para presenciar el descenso del hijo de Dios.
Después de la bajada, los feligreses participaron en una solemne misa de acción de gracias oficiada por el párroco Bernardo Molina.
“Estamos celebrando a Cristo, ese es el objetivo de encontrarnos y de estar presentes, de realizar los gremios y las muestras de fe, propiciemos que nuestras celebraciones sean siempre distinguidas por auxiliar al necesitado, dar al prójimo nuestro tiempo y compartir el pan de cada día con el que no tiene para comer. Nuestros actos de caridad y piedad siempre serán la mejor ofrenda que podemos poner en el altar”, expresó el sacerdote.
Al finalizar la misa, los presentes cantaron alabanzas e himnos sacros en un momento que estuvo caracterizado por el fervor religioso de la comunidad y los visitantes que se encontraban en el interior de la iglesia.
Aproximadamente a las 22:00 horas, y como marca la tradición de este pueblo, comenzó el repique de campanas de la iglesia de la comunidad que estuvo acompañado del tronar de los voladores y que llenó el ambiente de alegría y entusiasmo por el inicio de la fiesta tradicional.
Finalmente, se indicó que los gremios que estarán entrando y saliendo de la iglesia durante esta fiesta pertenecen a pueblos circunvecinos, de la cabecera, Tekal de Venegas, así como de haciendas y rancherías.