
Ingresar a la Universidad Autónoma de Yucatán se ha convertido en un reto cada vez más complejo, sobre todo en el área de la salud. De los 13 mil aspirantes registrados en este proceso, la gran mayoría buscó un espacio en carreras como Medicina, Odontología, Veterinaria, Enfermería y Nutrición.
Los datos oficiales revelan que, únicamente en las 20 licenciaturas más competidas, 8 mil 570 jóvenes no lograron ser admitidos, mientras que 4 mil 582 obtuvieron un lugar, lo que equivale a poco más de un tercio de quienes lo intentaron.
La situación genera una constante: cada año miles de estudiantes se preparan con meses de antelación para presentar el examen de admisión, pero sólo unos cuantos consiguen ingresar a su primera opción, en especial en aquellas consideradas de “alto prestigio social”.
Medicina: el filtro más estricto
El caso más claro es Medicina, la licenciatura con mayor tradición y demanda en la UADY. Este año recibió 3 mil 721 solicitudes para apenas 244 espacios disponibles, lo que dejó fuera a 3 mil 477 jóvenes y colocó la tasa de admisión en un mínimo del 7%.

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Odontología, con 781 aspirantes y 165 admitidos, también tuvo un alto nivel de competencia, al igual que Veterinaria, con 970 solicitudes y 204 lugares disponibles. Arquitectura y Enfermería se suman a este grupo de carreras donde el margen de aceptación se mantiene por debajo del 25%.
Sin embargo, el panorama cambia radicalmente en otras áreas. Contaduría, Actuaría y Enseñanza del Inglés ofrecieron mayores posibilidades de ingreso, con tasas de aceptación que van del 69% al 75%.
En el caso de Actuaría, 115 de 154 aspirantes consiguieron un espacio, mientras que en Contaduría ingresaron 444 de 645. Por su parte, en Enseñanza del Inglés fueron aceptados 53 de los 72 jóvenes que la eligieron.
Estas diferencias muestran cómo las preferencias profesionales de los estudiantes concentran la presión en ciertas áreas —particularmente salud y arquitectura— mientras que otras mantienen cupo suficiente para la mayoría de los solicitantes.
Segunda vuelta con 633 vacantes
Como cada año, la UADY abrió un proceso extraordinario conocido como “segunda vuelta”, con 633 vacantes distribuidas en 38 programas de licenciatura.
El rector Carlos Alberto Estrada Pinto explicó que los espacios disponibles surgen principalmente por dos motivos: porque algunos jóvenes admitidos no concluyeron su inscripción o porque en ciertos planes de estudio la oferta superó a la demanda.

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Entre las licenciaturas con lugares disponibles figuran Administración de Tecnologías de la Información, Biología, Ingeniería en Computación, Matemáticas, Agroecología, Química Aplicada, Arqueología, Diseño del Hábitat, Ingeniería en Alimentos, Literatura Latinoamericana y Enseñanza de las Matemáticas.
En este listado incluso aparece Ingeniería de Software, aunque en su sede de la Unidad Multidisciplinaria de Tizimín, lo que muestra que la oferta también se distribuye en campus fuera de Mérida.
El registro en línea concluyó el viernes, y la asignación de lugares se hará conforme a los mejores puntajes obtenidos en el Exani II. En caso de empate, se dará prioridad a quienes tengan un mayor índice en pensamiento matemático.
Las listas de admitidos en esta etapa se publicarán el 20 de agosto de 2025 o el 14 de enero de 2026, dependiendo del periodo de inicio.
Rechazados en números
Aunque el dato exacto de rechazados en toda la Universidad aún no se ha precisado de manera oficial, al considerar el conjunto de programas de licenciatura la cifra supera los 9 mil jóvenes que no lograron ingresar en la primera vuelta.
Esta realidad contrasta con los apenas 633 lugares disponibles en la segunda etapa, lo que significa que sólo una mínima fracción podrá tener otra oportunidad inmediata de ingreso.
Los resultados ponen en evidencia una tendencia: la preferencia social por carreras relacionadas con la salud y la ingeniería, mientras que otras disciplinas en humanidades y ciencias básicas mantienen baja demanda.